El régimen de Duvalier debe terminar
No sólo los haitianos tuvieron motivo para alegrarse cuando la Casa Blanca anunció erróneamente la caída del dictador de Haití. Esperemos que un deseo inconfesable inspirara la confusión de su portavoz. Después de 29 años de brutal represión, los haitianos se han lanzado a la calle para expresar públicamente su protesta contra el mal gobierno de la dinastía de los Duvalier.El año pasado, mediante un referéndum manipulado, el presidente Jean-Claude Duvalier cosechó un apoyo del 99,98% para su título heredado de presidente vitalicio. Ahora, amplios sectores de dicha población han desafiado el terror para proclamarlo simplemente presidente actual.
Los países vecinos de Haití, y Estados Unidos por encima de todos ellos, solamente pueden esperar que el momento actual no se prolongue mucho. Casi podría decirse que cualquier dirigente supondría una mejora y haría más para sacar a esta atrasada nación de la miseria a que la han conducido los Duvalier. No hay muchos lugares de los que uno pueda afirmar esto. ( ... )
Los Duvalier sólo han acentuado el contraste y han hecho de Haití la única monarquía absoluta hereditaria de América. Papá Doc, François Duvalier, y su hijo Baby Doc, Jean-Claude, han convertido al país en un dominio personal y se han enriquecido mientras que prácticamente todos los demás se empobrecían.
No es responsabilidad de Estados Unidos derrocar el régimen de Duvalier. Pero ningún deseo de estabilidad puede justificar un esfuerzo para prolongar su gobierno. Los norteamericanos debieran animar la valiente protesta de la población de Haití. Un Gobierno que somete a su pueblo a una constante situación de ignorancia, indigencia y represión no tiene legitimidad ni lugar en la comunidad democrática.
4 de febrero
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