La nueva imagen de la 'caja de los marqueses'
Promovida inicialmente por la Junta de Comercio y la Sociedad Económica de Amigos del País, La Caixa de Estalvis de la Provincia de Barcelona se constituyó en 1844, con la colaboración de algunas entidades públicas como el Ayuntamiento de Barcelona, que jugó un papel decisivo en su fundación cediéndole su primer local en la plaza Sant Jaume.
Desde el principio y durante toda su larga trayectoria, la nobleza catalana ha tenido una destacada presencia en la dirección de la entidad, por lo que se la llamaba popularmente la caja de los marqueses. Así, en el último consejo de administración previo a la reforma de Fuentes Quintana de 1977, figuraban como titulares del mismo el barón de Vilagayá, el marqués de Castelldosrius, el marqués de Villalonga, el marqués de Barbará, el marqués de Mura, el Vizconde de Güell, el conde del Valle de Marlés, el marqués de Montoliu, el duque de Maqueda, el barón de Terrades, el marqués de Dou, el marqués de Monsolís y el marqués de Alfarrás, que hoy ostenta la presidencia honorífica.
La nueva regulación de los órganos de gobierno y funciones de las cajas, introducida por el decreto 2290 de Fuentes Quintana, modificó sustancialmente la participación de los notables en el consejo de administración. El cambio se hizo sin traumas, gracias tanto al buen tacto de los consejeros Carlos Güell de Sentmenat y Eusebio Díaz Morera, como a la buena disposición de los nobles, que en la mayoría de los casos habían ocupado un puesto en el consejo por tradición Familiar sin otros fines que los benéficos y la posible prestancia social del cargo.
Bajo la presidencia de Díaz Morera se nombró director general de la entidad a Andreu Buades, quien inició una etapa de renovación y modernización simultánea de amplias repercusiones. En los últimos años la entidad ha abierto más de 200 nuevas oficinas y ha desarrollado un gran esfuerzo en apoyo de la creación de empresas.
