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El Plan de Flota estima en 85.000 millones de pesetas la financiación de nuevos buques

El Plan de Flota, elaborado por el Ministerio de Transportes, Turismo y Comunicaciones y aprobado el miércoles por la Comisión Delegada para Asuntos Económicos, estima en 85.000 millones de pesetas las necesidades de financiación para la construcción de nuevos buques durante el período comprendido entre 1986 y 1988. Estas nuevas construcciones, calculadas en aproximadamente 1.050.000 toneladas de registro bruto (TRB), se originarían como consecuencia del desguace de cerca de dos millones de toneladas de peso muerto (TPM), para lo que Transportes tiene previstas unas ayudas de 9.000 millones de pesetas. Estas nuevas construcciones permitirán reforzar el objetivo básico del Plan de Flota: hacer competitiva la Marina mercante española.

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Muchas empresas y más deudas

El plan de flota se fija como objetivos básicos dotar a España de una flota mercante eficiente y competitiva y lograr un nivel de actividad aceptable, "lo que exige un esfuerzo", según se recoge textualmente, "por aumentar las actuales cuotas de bandera en los tráficos exteriores". La necesidad de hacer competitiva la flota mercante española es apremiante con vistas al futuro, máxime después de la integración en la Comunidad Europea. La marina mercante subsiste en la actualidad debido básicamente a las reservas de carga al pabellón nacional, algo que variará sensiblemente una vez que se supere el período transitorio que la Comunidad -concluye en 1990, año horizonte del plan- está aplicando a sus respectivas flotas en este terreno y se refuerce la tendencia liberalizadora.Al servicio de estos dos objetivos básicos se proyectan unas políticas específicas de actuación que se concretan en la adaptación y el ajuste de la capacidad de la flota a las nuevas necesidades de la demanda en los diferentes tipos de tráfico; la renovación y modernización de la flota; la mejora de la rentabilidad y la consolidación financiera de las empresas, a través de un sistema de subsidios y ayudas a la exportación; el fomento de las asociaciones y uniones comerciales de las empresas; el apoyo a la presencia exterior de la marina mercante española en los tráficos de mayor interés; la flexibilidad progresiva de las restricciones que más inciden sobre los gastos de explotación de las empresas, y la mejora de las condiciones de seguridad y de empleo en los buques.

Nuevo sistema de ayudas

El plan de flota contempla, por otra parte, una modificación en la actual política de ayudas a la explotación, que, hasta ahora, se concentraban en determinados tráficos de importación, gastos de combustible y primas a la navegación. Este esquema de ayudas ha permitido un aumento considerable en las coberturas de bandera en los principales tráficos de importación, aunque no ha ocurrido lo mismo con las exportaciones.Las dotaciones presupuestadas para el nuevo sistema de ayudas se elevan, para el período comprendido entre 1986 y 1990, a 27.883 millones de pesetas. De esta cantidad, las relativas a tráficos suponen 15.883 millones, las destinadas a mejoras tecnológicas se elevan a 3.000 millones y las primas para desguaces otros 9.000 millones de pesetas.

Dentro del proyecto de primas para desguaces, cuya importancia es doble si se tiene en cuenta que además de modernizar la flota se podría economizar en importaciones de chatarra -en 1984 se importaron cinco millones de chatarra por un importe de 88.000 millones de pesetas-, se propone la creación de una comisión para la renovación, que será presidida por un miembro de Transportes y en la que estarán presentes Industria y Economía. Asimismo, está previsto llegar a un sistema de coordinación con Hacienda para aplicar un tratamiento fiscal adecuado a las pérdidas que ocasione a las empresas el achatarramiento de sus buques.

El plan de flota establece también, en función del proceso de innovación tecnológica y automatización de sistemas en los nuevos buques que se construyan, una serie de ayudas para la formación profesional y el reciclaje de las tripulaciones. Para las que se encuentren navegando en buques de pabellón español, el plan prevé destinar una parte no inferior al 2% de los fondos de ayudas a tráficos -esta partida es de 15.883 millones de pesetas- para financiación de cursos de formación o reciclaje que realicen las empresas de acuerdo con la Administración. Estos cursos se impartirán igualmente para los marinos que se encuentren en paro.

Ordenación del sector

Como complemento a estas ayudas, el Ministerio de Transportes se compromete a abordar la reforma de la Administración marítima periférica, así como a elaborar un proyecto de ley de ordenación del transporte marítimo. Paralelamente, la Administración tiene prevista la fijación de un flete máximo de referencia que evite las prácticas desleales en el proceso de liberalización de tráficos no reservados, por encima del cual las empresas usuarias quedarán eximidas,de la obligatoriedad de utilización del pabellón nacional.En el momento en que entre en vigor el plan de flota se producirá una liberalización de las importaciones de buques, siempre que éstos se hayan construido en astilleros comunitarios.

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