Kasparov asegura haber aceptado la revancha por el bien del ajedrez

El ajedrecista soviético Gari Kasparov, nuevo campeón del mundo, llegó ayer a Barcelona, donde hoy recibirá el trofeo de El Mundo Deportivo al mejor deportista mundial de 1985. Kasparov, que hoy se desplazará a Alcoy (Alicante) para disputar varias partidas simultáneas, declaró que finalmente había aceptado jugar el encuentro de revancha contra su compatriota Anatoli Karpov, ex campeón del mundo, no porque considere "que es una medida justa, sino para no hacer más daño al ajedrez". El joven campeón soviético añadió que nunca haría uso de ese derecho, aunque perdiera el título que acaba de conquistar tan brillantemente.Cuando se le preguntó por la amplia sonrisa que lucía en la fotografía publicada el pasado jueves por la Prensa de todo en el mundo, en la que el filipino Florencio Campomanes, presidente de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE), estrechaba las manos de los dos soviéticos, Kasparov comentó lacónicamente: "En las fotos oficiales, los dirigentes políticos siempre aparecen sonrientes y nunca reflejan si existe amor u odio entre ellos. Campomanes ha hecho cosas que han sido muy malas para el ajedrez, aunque últimamente la dirección de la FIDE ha tratado de rectificar algunos de sus errores".

Kasparov rechazó ser un privilegiado en la URSS, "ya que sólo yo sé los años de sacrificio que me ha costado llegar a ser campeón del mundo", dijo. El ajedrecista aseguró que pasaba tan sólo un mes,al año en su casa y que se entrenaba durante seis horas diarias.

Kasparov insistió durante sus declaraciones en que iba a luchar para derribar a Campomanes. El ajedrecista soviético apoyará la candidatura del brasileño Lincoln Lucena a la presidencia de la FIDE. En esa candidatura figura como secretario general uno de los mayores amigos y consejeros de Kasparov, el gran maestro británico Raymond Keene. Lucena defiende la tesis de que el campeonato debe disputarse cada tres años.

Pese a que reconoció que no tenía tiempo para casarse y tener una familia, Kasparov no desmintió sus estrechas relaciones con la actriz soviética Marina Nejeloba, de quien incluso se dijo que iba a ser su compañera de viaje en esta visita a España. El campeón confirmó que tanto Karpov como él deseaban jugar la revancha en Leningrado, "pero la FIDE insiste en que juguemos en Londres".

Kasparov, que se mostró muy simpático durante toda la conferencia de prensa, sonrió cuando le preguntaron si algún día las computadoras podrían con los ajedrecistas. "No hace mucho, en Hamburgo, me enfrenté a 32 computadoras de diversas empresas. Para que no hubiera problemas, las gané a todas".