Los servicios de rescate, en estado de alerta ante el fuerte temporal que azota las costas del Norte y del Noroeste

El temporal que azota desde ayer las costas del Cantábrico, y la zona atlántica gallega ha puesto en estado de alerta a los servicios de rescate marítimo ante cualquier eventualidad. En el puerto de El Ferrol está preparado un remolcador especial y el Servicio Aéreo de Rescate (SAR) ha desplazado un avión a Vigo. Ante esta situación, se han cursado instrucciones a la flota pesquera de toda la cornisa cantábrica para que no salga a faenar. Los partes meteorológicos anuncian un empeoramiento de las condiciones para las próximas horas.

Dos embarcaciones se han visto atrapadas por el temporal, si bien, una de ellas pudo ser rescatada. Se trata del yate norteamericano Under Repair IV, que pudo ser auxiliado por el buque alemán Bremen, según informa la agencia Efe, pese a que un fuerte golpe de mar estuvo a punto de hacer naufragar el barco cuando navegaba a unas 200 millas de la costa en un punto del Cantábrico no determinado con exactitud.Una llamada de socorro fue recogida de madrugada en la Cruz Roja de Avilés, y a primera hora de la tarde fue localizado por el Bremen, que envió a bordo del yate a su médico para que auxiliara a uno de los tres tripulantes, que se encontraba herido. Al mismo tiempo, el mercante bilbaíno Yvone permanecía a la deriva por una avería en la sala de máquinas, a unas 140 millas al norte del cabo de Peñas. El buque, sin control, rolaba hacia el golfo de Vizcaya. La llamada de socorro de este mercante, que al parecer sufrió. una vía de agua que paralizó las máquinas, se produjo sobre las dos de la mañana de ayer. Poco después partió del puerto de El Musel-Gijón el remolcador Punta de Tanfa, del que al cierre de esta edición se desconocía el paradero. La tripulación del Yvone se encuentra en perfecto estado, según una comunicación de radio de su capitán captada por el programa onda pesquera.

En esta misma zona, el mercante alemán Sitio Roterdam encontró en la tarde de ayer un bote salvavidas sin identificación.

Fuerte marejada

En el Cantábrico hay, según los partes meteorológicos, fuerte marejada aumentando a mar gruesa y muy gruesa hacia el norte y se registran rachas atemporaladas. La fuerza del mar es de cinco a seis y las olas son de seis a ocho metros. La zona asturiana era ayer la más afectada por el temporal, en medio del cual se encuentra el carguero Castillo de Salas, encallado y partido frente a Gijón, y con la amenaza de hundimiento total.La crudeza del temporal apenas se ha dejado sentir, sin embargo, en el litoral cántabro, pero sí en los valles interiores y en las cotas altas. La nieve cubre toda la región a partir de los 400 metros de altitud, y las predicciones insinúan que aquella descenderá mañana a cotas inferiores a los 300 metros, informa . Las temperaturas son anormales en la costa: en torno a los cinco grados sobre cero. La flota de bajura permanece amarrada en los puertos, y Protección Civil se mantiene alerta.

Según la Comandancia de Marina de El Ferrol, la flota gallega de bajura ha sido advertida para que amarre, aunque "los pesqueros de altura suelen navegar mucho en estas condiciones" informa Xosé Manuel Pereiro. Tampoco preocupa la situación de una flotilla de la Marina alemana compuesta por cinco buques que tiene prevista su llegada a El Ferrol mañana. Se terne, sin embargo, por la situación del mercante Bony Carrier, embarrancado cerca de San Andrés de Teixido a principios de' año. Debido al temporal, el barco que tiene fuel a bordo, podría quedarse a la deriva.La Comandancia de Marina informó que hay una continua vigilancia del mercante.

También la flota pesquera vasca permaneció amarrada ayer, informa José Luis Barbería. Los pescadores de la flota merlucera de Fuenterrabía, que habían anunciado su salida a la mar para las cinco de la mañana de ayer, optaron por reforzar las amarras de sus barcos y desistieron de su propósito a la vista de los vientos atemporalados de hasta 120 kilómetros por hora y de la mar gruesa.