Expulsión de melillenses
El problema planteado por la ley de extranjería, que afectará a unas 150.000 personas que residen ilegalmente en España, según datos del Ministerio del Interior, ha sido especialmente virulento en el caso de los musulmanes de Melilla y Ceuta.Esta ley, que comenzará a aplicarse a partir del 1 de marzo, puede suponer la expulsión de varios miles de integrantes de estas comunidades musulmanas, o, en el mejor de los casos, la concesión de las tarjetas de extranjero a personas que llevan muchos años viviendo en estas dos plazas o que incluso han nacido allí.
El colectivo musulmán de Melilla consta aproximadamente de unas 27.000 personas, de las que sólo 7.500 tienen nacionalidad española, y tan sólo 6.000 poseen la antigua tarjeta de estadística. Hay promesas por parte de los representantes del Ministerio del Interior de que la ley se aplicará con suavidad en estas ciudades, llegándose incluso a afirmaciones como las del delegado del Gobierno en Melilla, Andrés Moreno, que ha dicho que, "salvo 300 o 400 delincuentes", todos los solicitantes accederían a la llamada tarjeta de extranjería.
Sin embargo, los representantes de los barrios musulmanes rechazan este tipo de regulación, ya que los convierte en extranjeros cuando ellos exigen ser considerados españoles. Además, esta tarjeta de identificación les impide viajar al extranjero.
Ruptura entre comunidades
Según ha expresado el líder musulmán Aomar Mohamedi Dudu, los extranjeros nacidos en estas ciudades no reclaman ser considerados extranjeros -como se les calificaría aplicando la ley-, sino que se les conceda la nacionalidad española, a la que creen tener derecho.
A este respecto el defensor del pueblo, Ruiz-Giménez, además de interponer recurso de inconstitucionalidad contra varios artículos de la ley de extranjería, ha intentado mediar en el problema haciendo diversas sugerencias al Gobierno.
Una de las solicitudes expresadas por el defensor era la inmediata agilización de 1.000 expedientes de musulmanes que solicitan la nacionalidad española y que no conste la palabra extranjero en la nueva identificación.
Por otra parte, unos 40.000 cristianos españoles participaron a primeros de diciembre de 1985 en Melilla en una manifestación de apoyo a la ley de extranjería. La manifestación, que fue convocada por todos los partidos políticos, fue interpretada por los musulmanes como una ruptura entre ambas comunidades.
Los musulmanes, por medio de Aomar Mohamedi Dudu, pidieron a los altos cargos de los Ministerios de Interior y Justicia una moratoria en la aplicación de la citada ley.
El plazo, que en un principio concluía el 1 de febrero, fue ampliado ayer hasta el 1 de marzo.
El director general de Política Interior manifestó ayer que la concesión de la moratoria agravará la situación en Melilla, ya que diariamente atraviesan la frontera con dirección a esta ciudad unas 8.000 personas, de las que al menos una centena se quedan ilegalmente en la plaza española.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.