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El presunto fe de un comando de los GAL es colaborador de la policía, según una sentencia

F. SALES, Ismael Miquel Gutiérrez, de 30 años de edad, presunto responsable del comando de los Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL) que asesinó el pasado 24 de diciembre al ciudadano francés Robert Caplanne en Biarritz (Francia), es un colaborador de la policía, según señala una sentencia dictada en abril de 1985 por la Audiencia de Barcelona en una causa seguida contra él por tráfico de drogas. Ismael Miquel, que no fue localizado por la policía cuando el pasado 14 de enero fueron detenidos en Barcelona los demás componentes de su grupo, tiene la intención de presentarse a la autoridad judicial, según declaró un miembro de su familia.

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El pasado 13 de abril, la Sección Primera de lo Penal de la Audiencia Provincial de Barcelona absolvió a Ismael Miquel Gutiérrez de un presunto delito de tráfico de estupefacientes, por el que fue acusado en el mes de octubre de 1983. La Guardia Civil le interceptó en la carretera de Masnou a Badalona y encontró en su automóvil 24,99 gramos de heroína, valorados en dos millones de pesetas. En aquel juicio, la fiscal Teresa Compte, que en principio había pedido seis años de prisión, retiró la acusación y reclamó la absolución después de oír las declaraciones realizadas por varios funcionarios de la policía sobre las tareas de colaboración desempeñadas por el inculpado.De la lectura de aquella sentencia se desprende que Ismael Miquel fue detenido por un error de la Guardia Civil, que en el momento de interceptarle desconocía su vinculación con la policía. En la resolución se dice que trabajaba como "colaborador" de la brigada antidroga y que cuando fue detenido transportaba la heroína dentro de una operación policial para desarticular una red en el cinturón industrial de Barcelona. En uno de los párrafos de la resolución se especifica que Ismael Miquel se había infiltrado en diversas organizaciones, y había logrado transmitir a la policía datos de especial relevancia que hicieron posibles importantes servicios.

La sentencia afirmaba que la acción de Miquel "carecía de contenido delictivo, ya que (...) no procuraba introducir una sustancia psicotrópica en el sórdido mercado donde se comercializa, de forma incontrolada, sino bajo la vigilancia de funcionarios policiales, que vigilan su destino en aras a descubrir qué personas van a tratar de distribuirla, evidenciándose en el procesado una carencia de conciencia de antijuricidad".

Ismael Miquel, a quien los magistrados definen explícitamente como "un colaborador de la policía", fue detenido cuando iba a facilitar a los agentes el descubrimiento de alijos de droga cuya detección habría sido imposible de otra forma, según la sentencia. De acuerdo con las diligencias judiciales, en aquella red de traficantes de droga se encontraban implicados dos miembros de un clan muy conocido en Barcelona: los Jodorovich.

Condenado por falsedad y robo

El fiscal antidroga, José Jiménez Villarejo, fue informado en su momento de estos hechos, y recibió, según se desprende de su informe judicial, una ficha técnica que confirmaba que Ismael Miquel era colaborador policial en la lucha contra el tráfico de droga.

La vinculación policial de Ismael Miquel, a quien ahora se relaciona con los GAL, tiene también relieve por el hecho de que poseía otros antecedentes penales. En octubre de 1977 había sido juzgado y condenado por falsedad en documento mercantil, y se le impuso la pena de un año de prisión. Tres años después, el 14 de mayo de 1980, fue nuevamente juzgado y condenado -con un año de cárcel, también- por un robo. En ninguna de las dos ocasiones sus defensores argumentaron que colaborara con la policía.

El pasado día 14 de enero, al anunciarse en Barcelona la detención de varios miembros de un comando de los GAL, Ismael Miquel Gutiérrez fue identificado por fuentes policiales como el supuesto responsable del grupo. Estos informantes precisaron que se encontraba huido. Una nota informativa del Gobierno Civil de Barcelona atribuía a este comando su presunta implicación en diversos atentados perpetrados en el sur de Francia, entre los que se mencionaba el asesinato del ciudadano francés Robert Caplanne. Caplanne falleció el pasado 4 de enero a consecuencia de los disparos que le alcanzaron 11 días antes, en un atentado realizado por los GAL cuando salía de la fábrica donde trabajaba.

De profesión, decorador

Los miembros detenidos del comando confesaron pertenecer a los GAL y aseguraron que el jefe de su grupo era Ismael Miquel. Según sus declaraciones, Miquel les había facilitado las informaciones, fotografías y documentos necesarios para realizar la vigilancia de diversos miembros de ETA en el sur de Francia, y también las armas y municiones utilizadas posteriormente en los atentados.

En el carné de identidad de Ismael Miquel figura la profesión de decorador y, como domicilio, una urbanización de la comarca del Maresme, a pocos kilómetros de Barcelona.

En realidad, había trabajado en la empresa de su familia, dedicada a la confección, pero desde hace bastantes años se dedicaba a sus propios negocios, entre los que figura la explotación de un videoclub, en el número 51 de la avenida del General Mitre, en la parte alta de Barcelona. Tampoco reside en aquel domicilio, que en realidad es otra residencia de sus padres.

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