_
_
_
_
_

Los portugueses eligen hoy su primer presidente civil desde hace 60 años

Algo más de 7,5 Millones de electores están en condiciones de elegir hoy el primer presidente civil de Portugal en los últimos 60 años. Optan a la jefatura del Estado cuatro candidatos: el eanista Francisco Salgado Zenha, la católica de izquierdas Lurdes Pintasilgo, el democristiano Diogo Freitas do Amaral y el socialista Mario Soares, por estricto orden de aparición en la papeleta electoral. Será presidente quien hoy obtenga la mitad más uno de los sufragios. Los sondeos señalan que esto no lo conseguirá ningún candidato, por lo que disputarán la presidencia en segunda vuelta, el próximo 16 de febrero, los dos más votados.

Más información
Salgado Zenha: la política como ética
Pintasilgo: un 25 de abril asambleario
Freitas: el ahora o nunca de la derecha
Soares: o yo o el diluvio

RICARDO M. DE RITUERTO, ENVIADO ESPECIAL, Esta cita histórica con las urnas ha suscitado una pasión y una expectación inusitadas en Portugal. Por primera vez desde la revolución de los claveles, los conservadores, arracimados en torno a Freitas, están en condiciones de ocupar el palacio de Belem. También por primera vez en los últimos 10 años la izquierda concurre dividida a los comicios.Adelantar el resultado es prácticamente imposible. Es seguro que Freitas va a ganar hoy, aunque resulta muy improbable que consiga obtener el 50% más uno de los votos. La gran incógnita, sin embargo, es saber quién va a ser el candidato de la izquierda que ha de disputar la presidencia a Freitas dentro de tres semanas.

Freitas cuenta con el aval del Partido Social Demócrata (PSD) y del democristiano Centro Democrático Social, que juntos obtuvieron el 40% de los sufragios en las elecciones legislativas de octubre. La candidatura conservadora sueña con ganar en esta primera vuelta, aunque los más realistas firman la consecución del 43% de los sufragios (con votos robados al Partido Socialista) como garantía de victoria el 16 de febrero.

En la izquierda, el Partido Socialista (PS), el Partido Renovador Democrático (PRD) que inspira el presidente Antonio Ramalho Eanes, el Partido Comunista Portugués (PCP) y los independientes nostálgicos del Veinticinco de Abril componen un panorama de tremenda confusión, con miembros de todos estos grupos sustentando a otros candidatos, lo que hace posible cualquier apuesta.

El difuso eanismo

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Zenha, ex número dos socialista, cuenta con el apoyo del PRD y del PCP, que obtuvieron en octubre más del 30% (18% y 15,5%, respectivamente) de los sufragios. El eanista no es un partido con una clientela fija, e incluso se desfondó visiblemente en los comicios municipales de diciembre. Por lo demás, sus electores se sienten incómodos junto a los comunistas, que han hecho una intensa campaña en favor de Zenha, al tiempo que éste evita vergonzantemente asociar su candidatura a tal compañía.

Soares da la impresión de contar con lo que queda del PS tras la abrumadora derrota del 6 de octubre. Entonces consiguió el 20,8%. de los sufragios. En las últimas jornadas ha cortejado al PSD, en cuyas filas hay quien contesta a Freitas, aunque el aura de vencedor que envuelve al democristiano es un extraordinario tónico para calmar espíritus. En Soares se da la curiosa circunstancia de que es el candidato al que hoy quisiera votar una parte de la derecha. La veleidad se basa en que, dado que Freitas va a pasar, es mejor que en la segunda vuelta se enfrente al líder socialista. Soares, al haberse enajenado el voto comunista, puede ser más fácilmente derrotado en febrero por el centro derecha.

Pintasilgo, no apoyada por ningún partido, ha arrastrado electores del PCD y del grupo eanista, en principio su aliado natural. Cuenta, además, con todos aquellos soñadores de izquierda que aspiran a revivir el espíritu del Veinticinco de Abril. Su catolicismo, en un país tan católico como Portugal, y su condición de mujer le han de reportar otros apoyos marginales. Es la candidata junto a la que la izquierda tendría menos difícultades en apiñarse el 16 de febrero, pero parece la peor situada en la carrera de hoy.

Este conjunto de circunstancias ha, convertido los comicios en un rompecabezas. Y la segura disminuición de las abstenciones, que en octubre llegaron al 27,8%, introduce mayor incertidumbre sobre el resultado final de la votación.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_