En memoria de Tierno Galván
En esa noche de invierno pálida, fría y cruel, tú nos abandonaste y legaste a este pueblo de Madrid el aprender a vivir y morir sin mayor aprendizaje.Quiero expresar mi dolor en tu ausencia y buscar mil y una razones que la justifiquen, y sólo encuentro una: tu herencia imperdurable que nos enseñaste con tu buen hacer a convivir dignamente y saber buscar esa meta que nos ayude a encontrar la máxima felicidad aun sacrificando la vida por los demás como tú lo hiciste.
Descansa en paz, querido profesor, y piensa que tu labor es meritoria de tenerla como ejemplo, al fin de ejercitarla para el bien de los madrileños.
Gracias, querido alcalde, descansa en paz y que las semillas de tu fruto se esparzan por este pueblo y germine así de nuevo la bondad, sencillez y amor que fueron determinantes en tu persona.-
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