El nuevo 'hombre fuerte' de Lesoto llama a la reconciliación
El general Justice Lejanye, que anteayer derrocó al primer ministro de Lesoto, jefe Leahua Jonathan, y le sustituyó por un consejo militar que él mismo preside, hizo ayer un llamamiento por radio a la reconciliación nacional. El jefe de las fuerzas paramilitares de Lesoto (1.500 hombres, que hacen las funciones de ejército) pidió a todos los funcionarios civiles que permanecieran en sus puestos. El Gobierno de Suráfrica, por su parte, ha recibido con satisfacción el triunfo del golpe de Estado y acusa al ex primer ministro Jonathan de haber sembrado la disensión en el cono sur africano.
Por otra parte, la radio surafricana informó que un ciudadano cubano que formaba parte de una delegación oficial murió el pasado fin de semana, al parecer asesinado por un miembro del Partido Nacional Basotho (BNP), en el poder antes del golpe de Estado. El ministro de Relaciones Exteriores cubano, Isidoro Malmierca, que no ha confirmado la noticia, tenía previsto abandonar Lesoto hoy.Lejanye habló durante menos de un minuto y no dio indicaciones sobre la política del nuevo Gobierno aunque, según diplomáticos occidentales, su Administración intentará normalizar las relaciones con Pretoria. De momento, una delegación de alto nivel ha viajado a Ciudad del Cabo para iniciar conversaciones con funcionarios surafricanos.
Radio Suráfrica, que refleja los puntos de vista del Gobierno de Pretoria, aseguraba ayer que Jonathan había convertido a Lesoto en "un motivo de disputa" en la zona. En el mismo sentido se manifestaba el diario progubernamental Citizen Newspaper. Un editorial del citado periódico afirmaba que el apoyo de Jonathan al ilegal Congreso Nacional Africano (ANC), el principal grupo guerrillero que lucha contra la dominación blanca en Suráfrica, ha provocado su caída.
Desde que, en 1966, Lesoto consiguió la independencia del Reino Unido, su localización geográfica -está completamente rodeado por la República Surafricana- ha sido clave en el desarrollo de su política interna y externa. Esto, unido a su reciente oposición a la política de apartheid surafricana, ha hecho a Lesoto especialmente susceptible a las presiones de su vecino.
Pocas horas después de consumarse el golpe de Estado, tras cinco días de acontecimientos confusos, las autoridades surafricanas, dejaron pasar el primer convoy con víveres y carburantes. Concluyó así el férreo bloqueo económico iniciado por Pretoria el pasado 1 de enero.
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