Supo desde el primer momento que su enfermedad era irreversible

El doctor Dionisio Ballesteros, médico adscrito a la plantilla municipal, amigo personal de Enrique Tierno, militante del partido que fundó el alcalde (el PSP) y jefe del equipo médico que le atendió desde la intervención quirúrgica del pasado 8 de febrero, afirmó ayer en una conferencia de prensa que Tierno supo desde el primer momento que padecía un cáncer y que su enfermedad era irreversible. El doctor Ballesteros destacó la serenidad y la valentía con que el alcalde desaparecido afrontó los últimos meses de su vida."Como coordinador del equipo que ha atendido al alcalde en su enfermedad", dijo el doctor Ballesteros, "quiero agradecer a los medios de comunicación la sensibilidad que han demostrado en las informaciones que han publicado sobre esta realidad que estaba a la vista de todos. El alcalde supo afrontar su dolencia con gran valentía: Desde el primer momento nos pidió que le explicáramos con toda sinceridad cuál era su estado, y conoció que era irreversible".

Una muerte sin dolor

"La metástasis de hígado que padecía Tierno", afirmó el doctor Ballesteros, 'le había afectado ya las dos terceras partes del órgano. La prolongada vitalidad del alcalde es un hecho que nos sorprendió a todos y que contradecía todos los estudios publicados en revistas y toda la documentación que habíamos consultado sobre el tema. Aún no nos explicamos cómo con el hígado en esas condiciones pudo vivir casi un año más desde la operación del 8 de febrero".

"El alcalde no ha sufrido apenas nada", continuó el jefe del equipo médico. "La entrada en coma y la muerte por insuficiencia hepática es una de las más suaves que se conocen". El alcalde entró en coma aproximadamente a las siete de la tarde del sábado. En algunos momentos llegó a recuperar los reflejos, cuando desaparecían los efectos de los sedantes que le fueron suministrados, pero no llegó a recuperar la consciencia plena. El doctor Ballesteros desmintió rotundamente los rumores que apuntaban a que la muerte del viejo profesor se produjo hacia las nueve de la noche del domingo. Tierno, afirmó Ballesteros, murió a las once de la noche del mismo día y no hubo presiones de ningún tipo, ni familiares ni políticas, para retrasar el comunicado que daba cuenta del fallecimiento. Dicho comunicado fue leído por el primer teniente de alcalde y alcalde en funciones, Juan Barranco, a las 23.20. En un principio, dado que corrió el rumor de que había muerto a las nueve de la noche, se especuló con que hubiera existido una dilación de la noticia.

Asimismo, y por propia voluntad del enfermo, no se hizo nada por intentar alargar su vida artificialmente. 'Él mismo nos había ordenado desde el primer momento que cuando llegara al estado de coma no se hiciera nada para prolongar su vida".

Tierno conservó un buen grado de lucidez hasta los últimos momentos de su vida. Todavía el viernes los médicos informaron que el alcalde se había levantado para ir al baño y no había permitido que le pusieran una cuña.