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La investigación judicial relaciona a un ejecutivo belga asesinado con el tráfico de armas

Andrés Ortega

La investigación judicial sobre el asesinato ocurrido el pasado martes de Juan Méndez Blaya, ciudadano belga de origen español que estaba encargado en la Fábrica Nacional (FN) de Herstal, Bélgica, de las ventas de armas a algunos países de América Latina, ha aportado una nueva pista: un norteamericano que comerciaba en armas con Honduras, según señalaba ayer el diario belga Le Soir. Otra pista lo vincula al tráfico internacional de heroína.

Un amigo norteamericano de Méndez, Douglas Stowell, que exportaba armas a Honduras, fue detenido dos meses atrás en Thionville, en el norte de Francia, por haber importado de modo fraudulento armas nuevas de marca FN que le acababa de facilitar Méndez. StoweIl, residente en Berna (Suiza) pero domiciliado en Honduras, según esta versión no era un cliente de FN, sino un agente oficioso. Obtenía, por medio de sus contactos en Honduras, contratos de compra de armas. La policía francesa encontró también a bordo del automóvil del norteamericano documentación sobre helicópteros.

La segunda pista se refiere al predecesor de Méndez en la empresa FN, que, según esta versión, era de origen peruano y explotaba un bar en Bruselas que hace cuatro años era un centro del tráfico de heroína. El predecesor de Méndez se encuentra actualmente en Estados Unidos.

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