Más de 1.000 trabajadores de Corberó paralizan el tráfico de Renfe en Barcelona

Un total de 45 trenes de cercanías y otros seis de largo recorrido de la Red Nacional de Ferrocarriles Españoles (Renfe) quedaron retenidos ayer durante cuatro horas a consecuencia de la ocupación de la estación central de Sants, en Barcelona, por más de 1.000 trabajadores de la empresa Corberó que protestaban por el plan de reconversión de las empresas del grupo Painsa -integrado por Corberó, Domar y Nueva Bru- y que prevé el despido de 1.209 trabajadores. La paralización del servicio afectó a más de 10.000 viajeros, según la dirección de Renfe.

Los trabajadores de Corberó, que permanecen en huelga desde el pasado martes, iniciaron la ocupación a las 10.40. Inmediatamente, diferentes grupos invadieron las vías impidiendo el paso de los trenes. Según fuentes de la dirección de la 5ª Zona de Renfe, la paralización de los trenes fue ordenada "de manera inmediata para evitar cualquier peligro de accidente". El servicio se reanudó a las 14.50, aunque no se normalizó hasta dos horas más tarde, con una media de retrasos que oscilaba entre las cuatro y cinco horas.Alrededor del mediodía, la dirección de Renfe comunicó al gobernador civil de Barcelona la ocupación de la estación por los trabajadores "para que tomara las medidas oportunas", según confirmó un portavoz de la compañía. Mientras tanto, los manifestantes mantenían paralizados varios trenes ocupados por los viajeros en su interior. A las 13.20, los servicios de megafonía solicitaron a los viajeros que desalojasen los trenes.

El anuncio coincidió con la llegada a los andenes de la estación de cuatro furgonetas de una compañía de la Brigada Antidisturbios de la Policía Nacional, a cuyo mando se encontraba el teniente coronel jefe de la Brigada Regional de Seguridad Ciudadana, Francisco Casanovas. Los policías fueron recibidos con gritos de "¡Fuera las fuerzas de represión!", mientras un grupo de manifestantes prendía fuego a un montón de traviesas de madera que se hallaban amontonadas entre los andenes.

Inmediatamente se produjeron escenas de gran tensión entre los manifestantes y la policía, que, equipada con armas y materiales antidisturbios, comunicó la orden de desalojar la estación.

La policía detuvo a un miembro del comité de empresa, lo que modificó la situación y obligó a los trabajadores a cambiar los objetivos de su acción. El detenido fue puesto en libertad tras tensas negociaciones entre la fuerza pública y el presidente del comité de empresa de Corberó.

Los trabajadores de Corberó se oponen a la aprobación del plan de reconversión para las tres empresas del grupo Painsa -Corberó, Domar y Nueva Bru-, que prevé el despido de 1.209 trabajadores. La dirección de Painsa presentó un balance negativo en su ejercicio económico de más de 12.000 millones de pesetas. En la reunión negociadora de ayer entre la patronal, los sindicatos y la Administración tampoco se alcanzó ningún acuerdo.