Solchaga afirma que muchos comerciantes usan el IVA para recuperar beneficios

El ministro de Economía y Hacienda, Carlos Solchaga, manifestó ayer la existencia de seria preocupación en el Gobierno por lo que pueda ocurrir durante el presente mes de enero con el comportamiento del índice de precios al consumo (IPC) a consecuencia de la entrada en vigor del impuesto sobre el valor añadido (IVA). Añadió que hay muchos comerciantes que tratan de recuperar el margen de beneficio con la excusa de la introducción de este impuesto.

El ministro, en una reunión mantenida con la Agrupación de Periodistas de Información Económica (APIE), reconoció que cerca de 700 agentes tributarios están en la calle estos días chequeando la aplicación del IVA por parte del comercio minorista. "El Ejecutivo daba por descontado que estas cosas -las subidas injustificadas- iban a ocurrir, pero el Gobierno tiene los instrumentos suficientes como para si el IPC se dispara en enero, tomar las medidas correctoras necesarias en meses venideros".Carlos Solchaga citó la eventualidad de una política monetaria que vendría a corregir ese efecto alcista en los precios de la aplicación del IVA, y una adecuada política de importaciones "con el efecto psicológico que ello siempre tiene sobre los precios interiores".

"No sería descartable una política monetaria restrictiva a partir de febrero, a tenor de lo que haga el IPC en enero, lo cual llevaría aparejado la emisión de pagarés para drenar la liquidez bancaria, con lo que los tipos de interés podrían subir un poco a partir de marzo, para ir después cediendo paulatinamente".

El ministro Solchaga se manifestó de nuevo atrapado en el viejo dilema expansión versus control de la inflación. "Si el tema del IVA no nos preocupara, me hubiera gustado hacer un mix económico distinto para este año, con recorte del gasto en muchos ministerios y cierta expansión monetaria, con reducción de los tipos de interés a la economía privada en su conjunto. Pero con el IVA, no me atrevo".

Por sectores, Solchaga se mostró satisfecho del comportamiento del sector industrial, donde valoró muy positivamente la cooperación en este terreno de la organización empresarial CEOE, al mismo tiempo que reconoció que "se están desmadrando los precios alimenticios". Carlos Solchaga hizo repaso del último año económico, afirmando que aunque en abril / mayo pasado la situación económica era bastante mala, a partir del segundo trimestre se produjo un importante cambio de tendencia, especialmente en las variables de inversión industrial e inversión en bienes de equipo, que en los últimos meses ha crecido a un ritmo del 11% anual.

El ministro de Economía cifró la inflación final para 1985 entre el 8% y el 8,5% y un crecimiento del PIB de entre el 1,5% y el 2%, habiéndose frenado, en su opinión, la destrucción de empleo. En cuanto a balanza de pagos, el ministro espera un superávit a final de año de 2.500 millones de dólares, "y no menos de 3.000 millones para 1986".

Con respecto a la peseta, Solchaga afirmo que el deseo del Gobierno es mantener el tipo de cambio ponderado efectivo de la divisa española respecto al resto de las monedas fuertes, descartando por tanto una devaluación de golpe de la peseta, que por otra parte no sería justificable dada la situación y perspectivas de la balanza de pagos.

Solchaga manifestó que el proyecto de Ley de Fondos de Pensiones será enviado pronto al Parlamento, al mismo tiempo que apuntó su deseo de sacar adelante una nueva Ley de Sucesiones antes de que acabe la actual legislatura, así como la simplificación de la Ley de Impuestos de Sociedades, problema dificil de lidiar "por los derechos adquiridos". En cuanto a la inversión, señaló que si la construcción puede haber registrado una tasa cero, mientras que la de bienes de equipo puede haberse situado entre el 8% y el 10% para todo el año, quiere decirse que la inversión neta en 1985 puede haber sido del 4%, "siendo nuestra previsiones para 1986 en torno al 6%".