_
_
_
_

Los partidos necesitarán más de 5.000 millones en créditos para gastos de campaña

Los principales partidos políticos de implantación nacional calculan que precisarán acudir a créditos por valor de entre 5.000 y 6.000 millones de pesetas para hacer frente a las convocatorias electorales del año que acaba de comenzar y a las de la primavera de 1987. Así, el PSOE podría verse forzado a gastar, sólo en 1986, unos 3.300 millones de pesetas en tres campañas electorales diferentes. Ejecutivos del PSOE, AP, CDS, PRD y PCE admitieron que ésta es "una situación atípica", que concede grandes posibilidades de influencia sobre el mapa político español a empresas y entidades bancarias. "Facilitando o negando créditos para las campañas electorales de determinados partidos se pueden hundir unos grupos y potenciar otros, al margen de los deseos del electorado", comentó un dirigente del CDS.

Más información
Las cuotas de los militantes, aportación escasa a los ingresos
Galicia, la primera violación de la ley Electoral

"Estoy francamente preocupado, no sé si vamos a llegar", confesó a este periódico el secretario de Administración y finanzas del PSOE, Emilio Alonso, al comentar los gastos electorales que se avecinan a los partidos en el próximo año y medio. El PSOE precisará un mínimo de 5.000 millones y un máximo de 7.000 para hacer frente a las campañas del referéndum sobre la OTAN del próximo mes de marzo, de las elecciones autonómicas andaluzas de junio, de las elecciones legislativas y para el Parlamento Europeo, así como para las de las trece elecciones autonómicas y las municipales que tendrán lugar en marzo de 1987.La próxima ley de financiación de partidos, que prevé para éstos sustanciales aumentos en las subvenciones recibidas, se perfila como excesivamente tímida y probablemente no ayudará gran cosa a solucionar la dependencia que las formaciones políticas tienen de las entidades de crédito, en opinión de la mayoría de los responsables de finanzas partidarios.

Según Alonso, los socialistas gastarán 300 millones de pesetas en la campaña del referéndum -el secretario de imagen del PSOE, Guillermo Galeote, dijo, no obstante, que aún no hay cantidad presupuestada-; los restantes grupos políticos, con excepción del PCE, que invertirá 50 millones en la campaña por el no a la OTAN, se ahorrarán esta partida, al preconizar la abstención activa o pasiva en esta campaña. El gasto que se realice en la campaña del referéndum será a fondo perdido, puesto que no existe, como en otras elecciones, reembolso con cargo a subvenciones estatales en función de los resultados obtenidos.

La perspectiva de gastos que se avecinan hace que la mayoría de los responsables de finanzas de los partidos consultados por este diario prefiera, lógicamente, que las elecciones legislativas se celebren en junio, coincidiendo con las autonómicas, andaluzas y con las del Parlamento Europeo. Ello, se calcula, ahoraría al menos unos 500 millones de pesetas a cada uno de los principales grupos" ésta es la cantidad aproximada que costaría una campaña electoral específica en Andalucía.

Según se deduce de los datos del último censo -que está siendo actualizado-, las limitaciones de gastos contenidas en la ley electoral prohiben que ningún partido que concurra en todas las circunscripciones gaste más de 2.115 millones de pesetas en una campaña. Sin embargo, el ejemplo de la campaña gallega muestra que estas limitaciones pueden ser fácilmente evitadas y, de hecho, tanto PSOE como AP se preparan ya para afrontar un gasto mínimo de 2.500 millones cada uno en la próxima campaña para las próximas elecciones legislativas.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Angustia financiera

Angel Sanchís, responsable de finanzas de Alianza Popular, calcula que cada voto que obtienen cuesta a los partidos entre 200 y 500 pesetas, según la circunscripción de que se trate.La previsible situación de angustia financiera para los partidos se agravará si se cumplen las previsiones de los sondeos, que muestran una tendencia creciente en el electorado hacia la abstención, algo que disminuirá sensiblemente las subvenciones estatales por votos recibidos. Para colmo, los responsables de finanzas de varios partidos temen que el Banco de España apriete las clavijas a las entidades bancarias, exigiéndoles la amortización de los créditos en situación de fallido; ello haría que los bancos en general se mostrasen más reticentes para conceder créditos a las formaciones políticas menos potentes, que son habitualmente las más morosas a la hora de devolver los préstamos.

El resultado de las elecciones gallegas también podría influir sobre las decisiones de quienes tienen que conceder créditos para las campañas electorales venideras: Adolfo Suárez, que aseguraba que, de haber contado con 30 millones de pesetas más para hacer un mailing (envío de publicidad electoral a los buzones) en Galicia, podría haber obtenido "al menos tres escaños" en el Parlamento autónomo, se confiesa en privado "preocupado" por el reflejo de los resultados de los comicios del pasado 24 de noviembre a la hora de solicitar créditos a los bancos.

La situación inversa se da, al menos de partida, para el gran competidor del CDS por el espacio político centrista, el Partido Reformista, cuyo socio en Galicia, Coalición Galega, obtuvo un resultado inesperadamente satisfactorio el 24 de noviembre último.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_