El Gobierno reconoce que las tiendas ignoran como se aplica el IVA y han subido los precios con exceso

El cartel, el ticket o el anuncio verbal de que todos los precios incluyen el IVA estaban ayer más generalizados que el jueves. La Administración ha reconocido que la gran mayoría de las tiendas ignora cómo se aplica el nuevo impuesto y elevan los precios en exceso. Pero ha considerado inevitable y pasajero este "sarampión". El propio Ministerio de Economía carecía anoche de datos fiables sobre la repercusión del tributo, aunque juzgó positiva la actitud de los grandes almacenes y de los hipermercados. Las antoridades confían todavía en que el IVA no eleve más del 2% el índice de precios. Y mantendrán a rajatabla el calendario de subidas de precios controlados: las eléctricas en febrero, el tabaco en marzo y el teléfono en abril.

Varios altos cargos del Ministerio de Economía y Hacienda se mostraron ayer "personalmente" descontentos con el rodaje del impuesto. Uno de ellos dijo: "Está ocurriendo lo esperado en todos los sectores, excepto en el comercio minorista, donde hay una ignorancia tremenda. Los comerciantes desconocen que no tienen que ingresar nada a Hacienda y cobran. más porque, creen que van a tener que realizar pagos adicionales".Entre tanto, el ministro, Carlos Solchaga, y el secretario general de Hacienda, Juan Francisco Martín Seco, reiteraban que la campaña preparatoria del IVA ha permitido detectar a medio millón de empresarios y profesionales que eran desconocidos por Hacienda. Este presunto éxito ante el fraude fiscal o la economía sumergida era público desde la pasada primavera. Responde a la campaña de realización de etiquetas fiscales, a la que los supuestos "sumergidos" respondieron voluntariamente dando sus nombres, por lo general porque antes no tenían que pagar los impuestos que ahora han sido sustituidos por el IVÁ.

Más que ayer

La actitud de los minoristas, más extendida ayer que en el primer día de aplicación efectiva del IVA, ha sido denunciada por las organizaciones de consumidores. "Muchos comerciantes aprovechan para pescar en río revuelto", declaró el presidente de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). Asimismo, la Unión. Federal de Consumidores, que dice tener 50.000 afiliados, informó que ha recibido numerosas denuncias sobre la mala aplicación del impuesto, sobre todo en librerías y papelerías que procuran subir hasta el 12%, cuando como máximo les corresponde un 6%.

El problema de la falta de información de los minoristas, quienes realizan más del 80% de las ventas nacionales y parecen tan desorientados sobre la mecánica del impuesto como los consumidores, era temido por los responsables de Hacienda. A finales de noviembre pasado, un sondeo reveló al fisco que más del 90% de los tenderos desconocían que ellos no tenían que aplicar el impuesto. Desde entonces, la campaña publicitaria parece haber alterado poco la situación, según comentaban ayer medios de Hacienda.

Para evitar dificultades, la ley del IVA cortó el proceso de liquidación del impuesto en el escalón anterior al minorista. Son los proveedores de los comerciantes quienes deben liquidar a Hacienda los tipos del impuesto (6%, 12% 6 33%), más un recargo del 1% o del 3%, equivalente al impuesto sobre el margen comercial o valor que las tiendas añaden a la mercancía. De forma que el minorista no debe pagar directamente nada a Hacienda: ya lo hace al proveedor.

Muchos minoristas, sin embargo, creen que ellos también tendrán que pagar al fisco y vuelven a recargar sobre lo que les ha costado el producto (por el precio y el impuesto) porcentajes similares a los del IVA. Es más, según denunció ayer la OCU, algunos comerciantes aplican también el nuevo impuesto a los productos. que tenían almacenados el 31 de diciembre. En estos casos, lo correcto sería deducir del precio de venta al público el impuesto de tráfico de empresas u otros tributos ya incorporados al valor del producto y que ahora han sido suprimidos por el IVA.

Otros problemas

Quizá también por falta de información, bares, cafeterías, restaurantes y otros establecimientos de hostelería -no sujetos al recargo de equivalencia, aunque pueden beneficiarse del sistema simplificado del IVA- han recargado sus servicios en tipo equivalentes a los del nuevo impuesto. Como han informado diversas comunidades autónomas, las organizaciones de consumidores reiteraron ayer que tales subidas pueden ser rechazadas por el público si el establecimiento no ha sometido su nueva lista de precios al visado oficial.

Al margen de estos problemas y del planteado por los taxis -la Unión Nacional de Asociedades de Taxis se sumé ayer a la polémica para recomendar a todos sus miembros que cobren el IVA sin esperar la autorización de las juntas de precios-, Hacienda considera que la actitud de los grandes almacenes y de los hipermercados, con la actual libertad de precios, hará reflexionar y reaccionar correctamente al resto del comercio durante los próximos meses.

Para entonces, habrá salido el índice de precios al consumo de enero, la primera medida global del efecto del IVA, pues representa tanto a los precios que han subido como a los que se han mantenido o bajado, así como la importancia de cada uno en la cesta de la compra.

El Gobierno, que hasta dentro de 15 días no dispondrá de datos fiables sobre el seguimiento de precios realizado por la Administración, está dispuesto a mantener a rajatabla el calendario de revisión de los pocos precios controlados, según fuentes informadas. Pero no tendrá inconveniente en autorizar las subidas de la luz, el tabaco, el teléfono y la Renfe, así como los precios del azúcar y otros.

De momento, su política ha consistido en limitarse a calcular la repercusión del nuevo impuesto en algunos precios autorizados -como la leche, el pan y los transportes de viajeros- y en bajar las tarifas del teléfono, sin consentir que la revisión por el IVA anticipara las subidas necesarias para adaptarse a los costes generales previstos durante 1986.