El alcalde de Santiago apela como modelo al "pacifismo" del apóstol en el acto de ofrenda
Paz, solidaridad, unidad, tolerancia y diálogo permanente como normas de convivencia en España fueron las peticiones dirigidas al apóstol Santiago por el alcalde de la ciudad gallega, Xerardo Estévez, quien presentó ayer la ofrenda nacional, en nombre del rey Juan Carlos, con motivo de la conmemoración del traslado de los restos mortales del apóstol a Compostela.
Estévez señaló que no podrán aspirar a la paz los que "no la abriguen en su seno", a la vez que reivindicó una imagen "pacifista" del apóstol, al que calificó de "nuestro embajador en Europa y en el mundo". El arzobispo de Santiago, Antonio María Rouco Varela, en su respuesta, criticó la sociedad consumista, que puede incitar a los jóvenes "a la tentación del terrorismo". Antonio María Rouco apeló como remedio a las resoluciones adoptadas en el último sínodo de obispos para "vivir el misterio de la Iglesia en toda su profundidad teológica". Asistieron al acto todos los miembros de la Xunta, el delegado del Gobierno en Galicia, el capitán general de la VIII Región Militar y otras autoridades.El arzobispo de Santiago, Antonio María Rouco, mostró su preocupación por los problemas que están -sufriendo los jóvenes a consecuencia,- dijo, de "factores sociales, ambientales y de inseguridad personal", que "los empujan frecuentemente a la evasión consumista de sexo, droga y vacío vital". Para Rouco, ello facilita que la juventud "caiga en la tentación del terrorismo. Parece como si un conjunto de poderes sociales y económicos pretendiese conspirar contra la salud humana y espíritual".
Como solución al problema juvenil, el arzobispo compostelano aludíó a las recomendaciones del último sínodo de obispos para "vivir el misterio de la Iglesia en toda su profundidad teológica".
Asistieron a los actos de la ofrenda el presidente y todos los miembros de la Xunta, el delegado del Gobierno en Galicia, el presidente del Parlamento autónomo y el capitán general de la VIII Regional Militar, entre otras autoridades regionales. El alcalde socialista de Santiago comenzó la ofrenda con la ínvocación al apóstol "para que nos ilumine y facilite una convivencia basada en la tolerancia, la unidad y la solidaridad y, sobre todo, en el diálogo permanente". Al propio tiempo, reivindicó la imagen pacificadora del santo y destacó que "es símbolo e hito de nuestra identidad y nuestro embajador ante Europa y ante la humanidad entera".
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