Felipe González asegura que si los españoles deciden salir será "consecuente" de la Alianza Atlántica

"Si el pueblo español decide que el interés nacional no se defiende mejor estando en la Alianza Atlántica, como estamos, sino saliendo de ella; si eso es lo que decide la mayoría del pueblo español, yo seré consecuente y, como jefe de Gobierno, actuaré en orden a la decisión del pueblo", dijo anoche Felipe González en el curso de una larga entrevista emitida por TVE. El presidente del Gobierno reiteró que el resultado del referéndum, aunque no tenga constitucionalmente una vinculación jurídica, sí tiene, para él, "una vinculación moral".

Felipe González inició ayer lo que, aparentemente, será una serie de apariciones ante la pequeña pantalla clausurando el programa En el umbral de Europa con una larga entrevista realizada menos de una semana antes del ingreso formal de España en la Comunidad Económica Europea.El presidente aseguró que "todos los países de la CEE tienen interés en que España sea socio de la Alianza Atlántica", subrayando, una vez más, que "compartir el destino con Europa significa también compartirlo en su aventura o desventura de seguridad y de paz".

González, que se mostró muy cauto en todas sus manifestaciones a los periodistas José García Abad -director del programa-, Miguel Ángel Aguilar y Carlos Luis Álvarez, Cándido, no quiso pronunciarse acerca de lo que puede ocurrir si, como consecuencia del resultado del próximo referéndum, España se ve forzada a abandonar la Alianza Atlántica. "No he hecho nunca política de catastrofismo y no lo voy a hacer en esta ocasión. Sólo quiero decir que la decisión en la consulta es una decisión seria e importante para el destino de España; es decir, estar o no estar en la Alianza, con una serie de países, es una decisión importante, sin duda alguna", manifestó. También se mostró convencido de que los ciudadanos españoles "tienen mucho más sentido común de lo que creemos con frecuencia los políticos" e insistió en su ya varias veces expresado optimismo' respecto al resultado del referéndum.

Felipe González reiteró que la permanencia en la OTAN es "importante" para la modernización y desarrollo de la tecnología en España y para sus exportaciones, "cuestión que saben los ciudadanos".

No es un precio

El presidente negó que la permanencia en la Alianza haya sido el precio que nuestro país ha tenido que pagar para ingresar en laCEE, aunque sí admitió que "se ha hecho valer" el argumento de que "España quiere llegar a compartir su destino

[de Europa] en todas las materias".

Según el jefe del Ejecutivo, Europa se halla en una situación "de relativo mayor riesgo" ante una eventual conflagración mundial, "lo que hace que Europa quiera una política de paz y distensión en mayor medida que otros que estuvieran en menos peligro, si es que hay otros en mucho menor peligro". "Solo con un mayor protagonismo en política de seguridad será realizable una mejor política con el Este", dijo.

Dentro de este marco, Felipe González negó que se esté produciendo en España una gran acumulación de material defensivo: "Queremos modernizar las Fuerzas Armadas, sin duda alguna; pero nuestras fuerzas defensivas son menores incluso cuando uno orienta su vista hacia el Sur". También aseguró que el despliegue de los misiles en Europa fue "una decisión europea, no americana", y recalcó que cualquier conflicto mundial será. en cualquier caso "intraeuropeo, aunque también pueda ser extracuropeo".

Refiriéndose a cuestiones específicamente europeas, González, negó que esté decidido ya si las'elecciones para el Parlamento Europeo -"lo más lógico sería hacerlas en 1986, coincidiendo con las elecciones generales, aunque hay tiempo hasta 1987"- se realizarán mediante circunscripción única o, como piden las minorías nacionalistas en el Parlamento, con circunscripción regional.

"Nuestros parlamentarios en Bruselas répresentan a España en su conjunto", precisó el presidente del Gobierno. "No representan a tal o cual territorio de España y, por tanto, el problema tiene menor entidad. No se trata de la división territorial de España porque en Bruselas habrá una voz, aunque las sensibilidades sean andaluzas, catalanas o aseas. En todo caso, sea cual sea la solución, lo que sí garantizamos es un equilibrio de representación interterritorial".

Preguntado por los riesgos que para la industria española supone la integración en la CEE, el presidente opinó que los empresarios de nuestro país "seguro que sí" van a p'oder sobrevivir, aunque "es verdad que es lamentable que nosotros no tengamos capacidad para tener multinacionales españolas fuera de nuestras fronteras". "El entramado fundamental de la economía de cualquier nación europea", añadió, Io dan las empresas que no tienen dimensión ni siquiera nacional; todo el entramado industrial europeo se refiere fundamentalmente a las empresas de pequeño y mediano tamaño".