El congreso del FLN argelino se inaugura en ausencia del jefe del sector antirreformista
El congreso extraordinario del Frente de Liberación Nacional (FLN), partido único argelino, inició el martes los debates sobre la reforma de la Carta Nacional en medio del más absoluto silencio hacia el exterior. El gran ausente de este congreso, que concluye el día 26, es el número dos del FLN, Mohamed Cherif Mesadia, uno de los jefes de fila del sector duro y antirreformista, que ha salido del país para ser sometido a una operación quirúrgica en el extranjero.
La ausencia de Cherif Messadia de este importante congreso ha generado todo tipo de especulaciones, especialmente por tratarse de un hombre imprescindible en el aparato del partido y teóricamente la segunda autoridad del régimen. El propio presidente Chadli Benyedid, que es a su vez secretario general del FLN, fue el encargado de anunciar a los congresistas la ausencia de este dirigente, que cuenta con el apoyo de una importante fracción del Ejército y representa la continuidad en cuanto a la rigidez del sistema.Cherif Messadia, que acababa prácticamente de regresar de Moscú y que ha sido la persona que ha compensado en los últimos meses -acercándose hacia el bloque soviético- la inclinación hacia Occidente del presidente Benyedid, está considerado como un buen gestor; domina el terreno de la información, donde destacó en la época del fallecido presidente Huari Bumedian, y es la pieza angular con la que sus adeptos pretenden frenar cualquier desviacionismo gubernamental.
Según declaró Chadli Benyedid en su discurso para la inauguración del Congreso, la independencia y la unidad nacional seguirán siendo los principios sagrados de la continuidad de la revolución.
Observadores políticos estiman que la batalla para introducir modificaciones sustanciales a la Carta Nacional, credo ideológico de la revolución argelina árabe socialista, va a ser dificil. Y sospechan que las pretensiones reformistas abanderadas por el Benyedid y por hombres como el primer ministro, Abdelhamid Brahimi (formado en Estados Unidos), o de los ministros de Asuntos Exteriores, Ahmed Taleb Ibrahimi, y de la Información, Bachir Ruis, no tienen un horizonte despejado.
Los reformistas, término tabú en la Argelia oficial, procuran que la nueva Carta Nacional dé lugar a un proceso de cambio económico en el que el sector privado juegue un papel preponderante.
El sector involucionista, en el que, junto con el ausente Cherif Messadia juega un papel esencial el actual ministro de Agricultura, Kasdi Merbah, por cierto el único kabile (bereber) del Gobierno -los kabiles están en la oposición-, busca la vuelta a la pureza del sistema y la estabilización económica.
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