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El déficit de Estados Unidos

Cuando el presidente Reagan regresó de Ginebra el mes último, nosotros urgimos que aplicase su más amplio prestigio a reducir el enorme déficit presupuestario, que tiene la singular característica de dañar a Estados Unidos y simultáneamente al resto del mundo. Con un fuerte liderazgo se habría podido hacer en el corriente año fiscal. Pero lo que vemos la semana pasada sobre la legislación para equilibrar el presupuesto es el mero marco de un compromiso para eliminar progresivamente el déficit hasta 1991, pero sin duras decisiones acerca del futuro inmediato.La ley de equilibrio presupuestario puede criticarse por distintas razones. Deja para 1986 el déficit peligrosamente elevado. Los cortes obligados recaen igual y arbitrariamente sobre los programas civiles y militares( ... ). No hay razones para reducir un déficit de forma lineal durante un período de seis años; porque la economía se mueve en ciclos, no en líneas directas. Los representantes electos de Estados Unidos no pueden confiar en ellos mismos para usar responsablemente la reducción presupuestaria. Por último, la ley puede probarse inefectiva por la simple razón de que un futuro Congreso puede reducirla a cenizas. (... )

Si se cumple estrictamente la ley, el déficit del presupuesto puede descender de un 5,5% del año fiscal 1985 a 3,5% en 1987. Esto puede hacer descender los tipos de interés, mejorar la competitividad americana, debilitar la presión proteccionista y dar un importante respiro a los deudores exteriores.

19 de diciembre

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