Tres delincuentes retienen a 17 rehenes tras tomar una sala de la Audiencia en la ciudad de Nantes
Un total de 34 personas fueron tomadas ayer inicialmente como rehenes por tres delincuentes en la Audiencia Territorial de Nantes (Francia) durante la vista de un juicio por atraco. Uno de los asistentes, Abdel Kalfi, sorprendió a la policía que vigilaba la sala, armado con una pistola y una granada. Dos de los acusados arrebataron sus armas a los agentes de guardia. En dos ocasiones, los secuestradores liberaron a sendos grupos de personas, con lo que retenían de madrugada todavía a 17 rehenes. Su única petición era la de un coche para huir.
"Si debemos matar dos, tres, cuatro o cinco personas, o hacer explotar estas granadas, la responsabilidad será de la policía. La menor intervención de la policía será seguida inmediatamente de un castigo por nuestra parte". El hombre que hablaba, desde la sala de lo criminal de la Audiencia Territorial de Nantes, era Georges Courtois que, bajo la amenaza de las armas y con ayuda de dos cómplices, retenía a 34 rehenes. Cerca ya de la medianoche los secuestradores negociaban con las autoridades la obtención de un coche y paso franco para huir del lugar a cambio de la vida de los 17 rehenes aún en su poder. La única declaración de la policía resaltaba ayer la "prioridad de salvar la vida a los rehenes". Las cámaras de la televisión, que filmaban por primera vez en Francia un suceso de estas características, se hallaban presentes a petición de los propios secuestradores. Por este motivo, recogieron la declaración de Georges Courtois, junto a sus dos cómplices. Patrick Thiollet, de 24 años, aparecía encadenado al lado del presidente del tribunal, Dominique Bailhache, de 45 años. El tercer delincuente, Abdel Karim Kalfi, que introdujo las armas en la sala, adoptó ante las cámaras una actitud teatral, amenazando con sus armas a los rehenes. Georges Courtois precisó a televisión que su cómplice era un extremista musulmán que él y Thiollet habían conocido en la cárcel. "Allí", precisaba Courtois, "me contaba la naturaleza de su lucha y lo que pensaba hacer al salir de la cárcel; por ello, en vez de esperar un montón de años en prisión he decido unirme a su lucha". Karim Kalfi pertenece, según algunas informaciones, al grupo extremista palestino de Abu Nidal, aunque tal versión no parece verosímil.Al segundo día
El suceso se inició a las 10.45 horas. Georges Courtois, de 34 años de edad, se hallaba en el juzgado en compañía de tres cómplices -Patrick Thiollet, Yannick Brevet y Christelle Dislar- Se trataba del segundo día de audiencia, y las acusaciones contra Courtois y su banda eran por atracos a mano armada, tenencia ilícita de armas y asociación para delinquir.
En la sala, los periodistas regionales seguían el proceso, así como una quincena de estudiantes de Derecho que se hallaban allí por razones de índole académica. Estos fueron liberados hacia media tarde y ya en la madrugada otras dos personas que se hallaban indispuestas fueron autorizadas también a dejar la sala.
La vista se vio interrumpida por la irrupción de un hombre armado, que entró por una puerta lateral después de haber desarmado al gendarme que la guardaba. Era Abdel Kalfi, salido de la cárcel hace tres semanas, y condenado el 19 de octubre de 1983 por la Audiencia de Loire Atlántica a cinco años de reclusión por robo.
Amparados por Karim Kalfi, que enarbolaba una pistola y una granada, Georges Courtois y Patrick Thiolet desarmaron a los policías y tomaron en rehenes a una parte de los asistentes, así como al presidente del tribunal, a dos letrados, dos administrativos y los 11 miembros del jurado.
Georges Courtois pidió entonces la intervención de la televisión que penetraba y filmaba su reportaje en la sala. Reinó durante una buena parte de la mañana una cierta incertidumbre sobre el número de rehenes, que, al parecer, era inicialmente de 34.
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