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La policía detiene al presunto autor de un incendio en Móstoles en el que murió una mujer

Un joven de 18 años, Luis Alberto Arias Martínez, fue puesto ayer a disposición del juez de instrucción de Móstoles como presunto autor de dos incendios, en una vivienda y una farmacia, en la colonia de El Soto, de dicha localidad. En el primero de los siniestros falleció una mujer por asfixia. La actividad de quien el propio vecindario denominaba elpirámano de Móstoles había provocado viva inquietud en El Soto. Una manifestación para exigir su pronta detención se produjo en la noche del pasado jueves.

Luis Alberto Arias, con antecedentes por cinco delitos contra la propiedad y toxicómano manifiesto, se ha declarado autor de los dos incendios que se le atribuyen en la colonia de El Soto, en Móstoles, según informa la Jefatura Superior de Policía. El primero se produjo hacia las 23.30 del pasado 9 de diciembre, en un piso del número 8 de la calle de Alberto Conti. A causa del mismo falleció por asfixia una vecina de la tercera planta, Valentina Martínez García, de 58 años, y otras 14 personas sufrieron lesiones.Al parecer, Luis Alberto Arias trepó por las rejas de la fachada hasta un piso de la segunda planta con la intención de robar. Allí prendió fuego con unas cerillas en un tresillo y en un armario que contenía ropa de cama. El incendio destruyó el piso y afectó a otras varias viviendas de la finca. Además de los daños personales ya citados se produjeron cuantiosas pérdidas materiales.

El detenido ha declarado a la policía que la droga, o mejor la ausencia de ella, el síndrome de abstinencia, es el causante de su actitud. El mono le provoca un extraño e irreprimible deseo de purificar todo con el fuego. Ese mismo sentimiento le embargó a una hora indeterminada de la noche del 10 a 11 de diciembre pasado, en la farmacia situada en el número 7 de la calle de Joaquín Blume, a poca distancia de la vivienda incendiada unas 24 horas antes.

El pirómano, ágil y muy delgado, entró en la farmacia por la ventanilla de despachar, y una vez dentro robó medicamentos por valor de 50.000 pesetas. Luego, con gasas y un líquido inflamable, prendió fuego en el mostrador del establecimiento y en un tresillo situado en una habitación posterior.

Esos dos incendios provocaron en Móstoles, y en concreto en la colonia de El Soto, situada a unos dos kilómetros del casco urbano de la localidad y habitada por unas 20.000 personas, una gran inquietud. A las noticias ciertas se sumaron toda suerte de rumores acerca de buzones incendiados y otros hechos semejantes.

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Las actividades del pirómano de Móstoles habían comenzado, según los vecinos, el pasado verano, cuando ardió una zapatería muy próxima a los lugares de los recientes incendios. Desde entonces, y antes de los dos últimos hechos, han ardido varios coches y algunos comerciantes y particulares del barrio han sido amenazados telefónicamente con incendios provocados si no pagaban a un extorsionador.El pasado jueves por la noche se desarrolló en varias calles del barrio de El Soto una manifestación de 300 personas en la que se pedía a la policía una rápida resolución del caso.

La solución llegó pronto, el pasado el fin de semana. La policía inició una investigación intensa entre los delincuentes habituales de Móstoles, puesto que, dadas las características de los dos últimos siniestros, el pirómano debía ser un ladrón de la localidad que padeciera también toxicomanía. En el transcurso de las pesquisas fue detenido Luis Alberto Arias Martínez, vecino de El Soto, que confesó a los policías su participación en los dos incendios.

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