El Ayuntamiento de Valencia descarta la reconstrucción del chalé de Blasco lbáñez

La Comisión de Gobierno del Ayuntamiento de Valencia ha decidido descartar la reconstrucción del chalé de Vicente Blasco Ibáñez, situado en la playa de la Malva-rosa y que se encuentra en estado ruinoso. El edificio, de propiedad municipal por haber sido comprado a los herederos del célebre escritor y político valenciano, comenzará a ser demolido el próximo lunes. Con esta determinación parece haber acabado una larga polémica sobre el futuro del chalé.

El primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Valencia y delegado de Urbanismo, Juan Antonio Lloret, manifestó ayer que se ha solicitado de los servicios técnicos municipales una propuesta de ordenación de la parcela para la ubicación de un museo de Blasco Ibáñez.Se pretende una ordenación conjunta con la parcela contigua, perteneciente al Patrimonio del Estado y que ha sido solicitada por el Ayuntamiento. Ésta sería destinada a la construcción de un centro cultural de la Malva-rosa, de acuerdo con lo que vienen solicitando desde hace tiempo los habitantes del barrio.

El Ayuntamiento había pensado primero en la reconstrucción de la parte exterior del chalé, pero con una distribución interior más acorde con su destino para usos culturales. Posteriormente se inclinó por mantener los restos de fachada que quedan y completar el conjunto con una parte edificada por detrás, en forma de cubo y cerrada en cristal.

Finalmente, el escaso valor arquitectónico del edificio original y el elevado coste que supondría su reconstrucción, señala Lloret, han decidido al consistorio a derribarlo para hacer otro de nueva planta, con forma distinta, en el que se situará el futuro museo de Blasco Ibáñez. Una parte del despacho del escritor, que estaba situado hacia la fachada principal, con acceso a una terraza con vistas al mar, se conserva en el Museo de Cerámica González Martí. La decisión de la familia Blasco de construir un chalé en la Malva-rosa estuvo influida por la corriente higienista que a finales del siglo XIX y principios del XX hizo despertar el interés por las playas. La casa fue construida en 1902 por Vicente Bochons.