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Mitterrand se reúne en París con dirigentes de 35 países africanos

Los problemas africanos ocupan desde hoy el primer plano de la actualidad en París con motivo de la celebración de 12ª cumbre franco-africana, que reúne en torno al presidente François Mitterrand a los representantes de 35 países -17 de los cuales envían a sus jefes de Estado o de Gobierno- del continente africano. Concebida en principio como un encuentro informal entre Francia y África, la cumbre se hace institucional en 1973 y hoy aparece como un foro importante que complementa reuniones zonales, como las de la Organización para la Unidad Africana (OUA) celebrada en julio en Addis Abeba y la Conferencia de Países No Alineados que se celebró en septiembre en Luanda (Angola).

La zona del franco está integrada por un conjunto de países africanos que ha adoptado una paridad cambiaria con la moneda francesa y que ha acordado mantener sus reservas principalmente en francos franceses.La reunión tendrá una duración de tres días, en los que se debatirá el deterioro de la situación en África del Sur y los problemas económicos y de la deuda exterior, cuestiones que afectan prácticamente a todo el continente. Ello no hará olvidar, sin embargo, otros dos problemas candentes que aparecen en el primer plano de las preocupaciones francesas: la crisis de Chad y el conflicto del Sáhara occidental.

El presidente Mitterrand recibe hoy, en el primer día de la reunión, a los jefes de Estado presentes en la cumbre. La primera jornada estará, sin embargo, esencialmente dedicada a los países francófonos que mantienen lazos especiales con Francia.

La reunión general de los participantes comenzará en realidad mañana, a primera hora de la tarde, con un discurso del presidente Mitterrand en el Centro Internacional de Conferencias de la avenida Kleber.

La jornada del viernes estará destinada a los encuentros bilaterales durante toda la mañana y una parte de la tarde, ya que está prevista una conferencia de prensa final en la tarde de ese día.

El presidente Mitterrand, en una entrevista emitida por la televisión francesa, ha señalado ciertos temas que serán abordados, en particular la reactivación del diálogo Norte-Sur. Mitterrand ha mencionado la injusticia y la disparidad que existen actualmente entre países pobres y ricos, recordando que Francia es el abogado de las naciones del Tercer Mundo en los foros internacionales. Así, Mitterrand apoya la iniciativa del presidente de Senegal, Abdu Diuf -que es, además, presidente en ejercicio de la OUA y que estará presente en la cumbre-, en favor de la convocatoria de una sesión especial de la Asamblea General de las Naciones Unidas para discutir la crisis económica que atraviesa África, así como de una reunión específica sobre la deuda exterior de los países africanos.

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El tema del apartheid en África del Sur será igualmente discutido, sin olvidar que Francia, aun no aceptando de momento el principio de sanciones económicas obligatorias contra Pretoria, es el país occidental que manifiesta una hostilidad más evidente contra el régimen de segregación racial.

Chad y el Sáhara occidental

Con todo, el interés de los observadores estará concentrado en los problemas de Chad y del Sáhara occidental, dos cuestiones capitales que han provocado la principal novedad de esta cumbre, ya que el rey de Marruecos estará por primera vez presente. Hassan II acaba de realizar una visita oficial a Francia y ha prolongado su estancia para participar en la cumbre.Con respecto al problema del Sáhara occidental, es evidente que Hassan II busca reanudar el contacto con los dirigentes africanos después de su retirada de la OUA, en noviembre de 1984, como consecuencia de ser admitida en la organización la República Árabe Saharaui Democrática (RASD).

Hassan II desea celebrar un referéndum en enero bajo el control de las Naciones Unidas, pero sigue negándose a toda negociación directa con el Frente Polisario. Francia, por su parte, continúa considerando que toda solución del conflicto supone un acuerdo previo entre Marruecos y Argelia, que no parece fácil en estos momentos.

El problema de Chad va a ser también debatido, y lo será precisamente ahora que el presidente Mitterrand acaba de sentirse obligado a lanzar una nueva advertencia al máximo dirigente libio, Muammar el Gaddafi, quien la semana pasada visitó Ghana, Burkina Faso, Mali y Senegal.

Aunque, como ha dicho Mitterrand, Francia no es "el gendarme de África", sí aconseja a las "tropas libias que se queden en el interior de sus fronteras, evitando provocar enfrentamientos inútiles y peligrosos dentro del bloque africano".

Gaddafi sigue practicando la diplomacia de la ducha escocesa. Hace unos días, su aliado Hassan II evocó la posibilidad de un encuentro entre el presidente chadiano, Hissène Habré, y el propio Gadaffi, oportunidad que este último aprovechó para entregarse poco después a nuevos ataques contra el colonialismo francés en Chad.

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