Feijóo se reivindica tras las críticas por su viraje en el decreto: “A mí de momento no me da órdenes nadie”
Tras el desconcierto interno por el giro y en un momento de crecida en las encuestas de Vox, el líder del PP pasa al contraataque contra los ultras, a los que llama “oposición de tumbona”
Ante la plana mayor del PP, reunida este lunes en la Junta Directiva Nacional, Alberto Núñez Feijóo se ha reivindicado como líder después de las críticas que recibió la semana pasada por su viraje ante el decreto con la revalorización de las pensiones, al que votará ahora a favor después de haberlo tumbado. El jefe de filas de los populares ha respondido a propios y extraños que sabe lo que hace y que, aunque agradece las opiniones sobre cómo dirigir la estrategia, no acepta “ni presiones ni chantajes” ni “recibe órdenes”. Feijóo ha abierto fuego también contra Vox, que está crecido en las encuestas y tratando de aprovechar el volantazo del PP con el decreto de las pensiones, y ha calificado a los ultras como “oposición de tumbona, de sarao y de dedito levantado”.
El líder del PP ha tratado de cerrar la crisis por el viraje en el decreto de pensiones con un discurso muy reivindicativo de su liderazgo hacia dentro y hacia fuera. Feijóo ha contraatacado al presidente socialista, que ha utilizado este fin de semana su cambio de criterio para criticarlo, y le ha echado en cara su alianza con Junts. “Para buscar pollos sin cabeza sugiero mirar al Ejecutivo y al señor Sánchez esperando las órdenes de Puigdemont”, ha replicado Feijóo al presidente socialista.“¡A mí de momento no me da órdenes nadie! ¡Más que los afiliados y el programa electoral de mi partido!”, ha clamado después.
Feijóo ha jalonado su intervención de mensajes dirigidos a sus propias filas, después de que los últimos días el partido haya sido un hervidero de opiniones de partidarios y detractores del voto en contra y a favor del decreto, y sobre la estrategia a seguir para vencer al PSOE. “Agradezco todas y cada una de las opiniones que de buena fe aconsejan cómo fulminar tanto despropósito como hay en España. Agradezco el interés de combatir al PSOE sin futuro. Os aseguro que en cada elección que me presenté he combatido ese socialismo”, ha defendido con ironía, sugiriendo su malestar. “De quienes solo quieren nuestra rendición no escucho a nadie. Los chantajes y las presiones que se los queden otros para su politiqueo de poca monta. Somos un partido libre”, se ha reivindicado Feijóo.
Después, a puerta cerrada, el líder del PP ha seguido respondiendo a sus detractores. Durante la reunión privada, según han relatado fuentes presentes a EL PAÍS, Feijóo ha ido repasando las críticas que ha recibido de dirigentes del PSOE este fin de semana, como la del ministro Óscar López, quien dijo que es “un líder menguante” y va “como pollo sin cabeza”, y ha contrapuesto que si sacó cuatro mayorías absolutas en Galicia fue porque “cumple su palabra”. Distintos dirigentes populares presentes en la reunión han interpretado esas palabras del líder como una forma de “reivindicarse ante todos los que le minusvaloran”, razona uno de ellos. “Se nota que le afectan las críticas, cuando eres presidente autonómico estás acostumbrado a ser Dios en tu territorio y ahora no le debe hacer gracia recibirlas”, resalta uno de los presentes, que como muchos otros cree que el “error” inicial del giro sobre el decreto “fue jugar con las pensiones”, al votar en contra de su revalorización.
En el debate interno, sin embargo, el PP ha evitado hacer leña del árbol caído. Solo el líder del PP vasco, Javier de Andrés, se ha referido a la polémica y ha justificado ante sus compañeros que siempre tuvo claro que era mejor tragarse “el sapo” del traspaso del palacete del PNV, al que ahora el PP votará a favor, antes que volver a votar en contra de las pensiones, y ha cerrado filas con la decisión de la cúpula. Solo cuatro presidentes autonómicos en ejercicio de los 12 del PP han asistido al cónclave: Juan Manuel Moreno Bonilla, de Andalucía; Alfonso Fernández Mañueco, de Castilla y León; Fernando López Miras, de Murcia; y María Guardiola, de Extremadura. Moreno Bonilla ha tomado la palabra en la reunión para agradecer el apoyo del partido a su candidatura a la presidencia del Comité de Regiones de la UE.
Subida de Vox
El episodio del decreto de las pensiones ha servido también a Vox para disparar contra el PP por su supuesta tibieza, y Feijóo, que hasta ahora seguía la estrategia general de no confrontar con los ultras, ha salido al contraataque. La extrema derecha inquieta al PP porque no para de crecer en las encuestas: en la de 40dB. para EL PAÍS publicada este lunes alcanza su mejor marca desde las pasadas elecciones generales, superando el 14% de los votos. La dirección del PP asegura que lo importante es que la suma del bloque de la derecha y la extrema derecha sigue siendo más fuerte que la de la izquierda, pero ha alterado su estrategia de guante blanco y ha abierto fuego contra Vox. “La oposición de tumbona, de sarao y de dedito levantado, que se la queden otros, esa no es para mí”, ha cuestionado Feijóo a los ultras.
La tensión en la derecha ha ido in crescendo y Abascal ha respondido después al líder del PP, abriendo un duelo con los populares en la red social X (antes Twitter). “El dedo levantado. Y acusando a todos los que sostienen este gobierno. Que no solo son sus aliados, es también la oposición que hace oposición a Trump y a Milei en vez de a Sánchez”, ha replicado a Feijóo, antes de meter en el mismo saco al PP y al PSOE. “Me echaré en una tumbona solo después de recorrer España y el resto del mundo para que sepan que PP y PSOE han traicionado y estafado a los españoles”. Los populares han aprovechado entonces la crisis interna de Vox, tras la dimisión este lunes de su líder en Castilla y León, Juan García- Gallardo, para dar la última estocada a sus exsocios de Gobiernos autonómicos: “Están a medio tuit de decir que la dimisión de Gallardo también ha sido cosa nuestra”.
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