_
_
_
_

Reptaron por la acometida de desagüe desde el colector central

Los atracadores del Banco de Santander en la plaza de Cascorro entraron y salieron de él reptando a través de la acometida de desagüe del edificio a la red general de alcantarillado en el tramo correspondiente a la calle de San Millán, según la conclusión a la que llegó ayer por la tarde un equipo de trabajo de la empresa Construcciones y Contratas, concesionaria del servicio municipal de limpieza y mantenimiento de dicha red, al que acompañaron dos redactores de El PAIS.Se desconoce, sin embargo, por qué acceso de la superficie descendieron al subsuelo madrileño los atracadores y por cuál consiguieron escapar en la mañana de ayer después de cometer el atraco.

Encima de la acometida de desagüe de la calle de San Millán existe una boca de acceso, pero ésta no ha sido abierta desde hace años, según se comprobó en la inspección realizada ayer. La boca de alcantarillado utilizable -con peldaños de hierro- más próxima al Banco de Santander es la de la calle de la Ruda, esquina a la de Ribera de Curtidores, a menos de 100 metros del banco en línea de superficie. Quizás entraron por ésta, aunque no es probable que salieran, dada su proximidad a la entidad bancaria.

Más información
Asalto por el sistema del 'butrón' a una sucursal del Banco de Santander, con un botín de 12 millones

Un túnel de 30 metros

La acometida del edificio a la red es un túnel de unos 30 metros de largo por 0,40 metros de diámetro, a unos 10 metros de profundidad, por el cual una persona apenas puede avanzar a gatas. Los atracadores debieron atravesarlo reptando con dificultad en algunos tramos.

El mencionado equipo de inspección observó diversas huellas indicativas del paso de varias personas por dicha acometida de desagúe. El conducto va perpendicular desde el inmueble del banco hasta el colector del alcantarillado en la calle de San Millán, casi en el cruce de esta calle con la plaza de Cascorro a nivel de tierra.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

En el subsuelo, la angosta red de conducciones está rotulada igual que las calles y plazas en la superficie. Curiosamente, la plaza de Cascorro conserva bajo tierra su anterior denominación: plaza de Nicolás Salmerón.

A la luz de las linternas, al fondo de la acometida de desagüe se advertía un montón de escombros y, en varios puntos del lecho fangoso, pequeños hoyuelos producidos por codos o rodillas humanos, en apreciación de los operarios.

Asimismo, justo en la desembocadura de la acometida con el coector, bajo el agua y en el lecho del cauce del alcantarillado, los técnicos observaron también huellas de pisadas de botas de goma en dirección de salida, aunque estos rastros podían pertenecer tanto a los atracadores como a los policías que inspeccionaron la red con posterioridad.

La dificultad de movimientos y de orientación en el estrecho laberinto del subsuelo madrileño exige que cualquier persona que se adentre en él lo conozca muy bien o vaya provista de planos específicos, pues la correlación con el tejido callejero urbano no basta para localizar los puntos de salida a la superficie.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_