Oposición de parlamentarios socialistas asturianos a la huelga

Parlamentarios asturianos del PSOE y la federación socialista del Principado se manifestaron ayer radicalmente contra la huelga general minera convocada para los días 17 y 18 de este mes por las federaciones estatales de minería CC OO y UGT, que no cuentan con el apoyo del SOMA-UGT.Los parlamentarios del PSOE hicieron hincapié en que el Plan Energético Nacional (PEN) se está cumpliendo de acuerdo con las previsiones y que no hay ningún indicio de que la energía nuclear sustituya progresivamente al carbón. También manifestaron que la seguridad en las minas es una de las mayores preocupaciones de la Administración socialista.

Precisamente la semana pasada el Parlamento asturiano aprobó una ley sobre infracciones en la seguridad de las minas, en la que se recogen sanciones de hasta 50 millones de pesetas y la clausura de explotaciones que cometan infracciones muy graves.

La convocatoria de huelga ha abierto una profunda división entre los mineros asturianos y se ha encontrado con rotundos pronunciamientos en su contra por parte de los principales dirigentes socialistas de la región, encabezados por el presidente del Principado, Pedro de Silva.

Apoyo por inhibición

Sólo el comité regional de UGT ha evitado pronunciarse al respecto, manteniendo la misma actitud que el secretario general de la central socialista, Nicolás Redondo, lo que, en definitiva, implica un apoyo por inhibición a las tesis que mantiene la federación estatal de minería, liderada por José Antonio Saavedra.La oposición del SOMA ha encontrado rápido respaldo entre los dirigentes políticos, pero no en las filas de UGT, sindicato del que forma parte. El SOMA ha insistido repetidamente en que la convocatoria no siguió un proceso regular dentro de UGT y que debía haberse celebrado un congreso extraordinario para debatir el asunto.

Con independencia de las tradicionales diferencias de criterio entre el SOMA y la federación estatal minera de UGT, lo que se debate, en esta huelga es el futuro de la minería, asturiana del carbón y, principalmente, de la empresa pública Hunosa.

Lo que pretenden las federaciones estatales de UGT y Comisiones Obreras es un compromiso del Gobierno para que después de las elecciones generales la minería no sufra una reconversión semejante a la que se ha aplicado en la siderurgia o el naval, con el fin de facilitar el camino a otras energías alternativas, principalmente la nuclear. Esta intención no se ha expresado en la convocatoria de huelga, pero es lo que está en el fondo de la polémica.

Luis Carlos Croissier, presidente del Instituto Nacional de Industria (INI), llegó a retar a un debate a quienes asegurasen que la Administración pretendía reducir puestos de trabajo en Hunosa. Los secretarios generales de las federaciones mineras de UGT y CC OO, José Antonio Saavedra y Manuel Nevado, respectivamente, aceptaron el reto y propusieron un debate público en presencia de todos los mineros.

Luis Carlos Croissier ha afirmado que no está dispuesto a asistir a espectáculos de este tipo, aunque sí está en condiciones de rebatir los datos facilitados por los dirigentes sindicales.