Kinnock declara la guerra a los laboristas británicos más radicales
El líder laborista británico, Neil Kinnock, convencido de que una eventual victoria en las próximas elecciones generales pasa necesariamente por la presentación de un partido unido ante el electorado, ha declarado la guerra a los miembros de Militant Tendency (Tendencia Militante), un grupo radical infiltrado en la estructura del laborismo principalmente activo en la ciudad de Liverpool.
El sentir de los dirigentes laboristas hacia el grupo Militant, que domina totalmente el Ayuntamiento de la capital del Merseyside, quedó patente el jueves cuando la ejecutiva nacional decidió suspender colectiva, aunque no individualmente, a todo el consejo directivo del partido en Liverpool hasta que se lleve a cabo una investigación sobre su posible pertenencia a la Tendencia Militante.
El resultado de la votación de la ejecutiva, en la que están representados el grupo parlamentario, las secciones regionales y locales y los poderosos sindicatos, fue contundente: 21 votos a favor de la suspensión y de la investigación, por sólo cinco en contra. La investigación será llevada a cabo personalmente por el secretario general del partido, Larry White.
La investigación se centrará en las acusaciones de corrupción política, intimidación y prácticas abusivas en el ejercicio de los cargos municipales.
Los 'parásitos'
Kinnock no se ha mordido la lengua y ha afirmado que los días de los parásitos (maggots) de Militant en Liverpool están contados. "Seremos muy duros", ha dicho Kinnock, para quien "Militante tiene que salir para que triunfe el socialismo democrático".La cúpula del laborismo entiende que Militant es "incompatible" con el Partido Laborista, ya que se considera un partido dentro del partido, con su propia financiación, procedente de la venta del periódico Militant. Sin embargo, demostrar la pertenencia al grupo va a ser difícil, ya que como tal grupo establecido, y precisamente para evitar la expulsión de sus simpatizantes del Partido Laborista, oficialmente Tendencia Militante es simplemente un periódico.
El enfrentamiento entre Kinnock y el Ayuntamiento de Liverpool alcanzó su punto culminante durante la celebración de la pasada conferencia anual del Partido Laborista en la que, enfrentándose directamente con Derek Hatton, vicelíder laborista en el citado Ayuntamiento y el más conocido simpatizante de Militant, el líder laborista le acusó de "hacer política con los puestos de trabajo". La acusación se produjo a los pocos días de que el Ayuntamiento de Liverpool enviase cartas de despido a sus 31.000 trabajadores al haber quedado exhaustas las arcas municipales y negarse el Gobierno a rescatar a la ciudad a no ser que cumpliera las normas sobre el gasto público municipal.
Irónicamente, precisamente ayer, un consorcio de bancos suizos anunció un préstamo de 60 millones de libras (unos cerca de 14.000 millones de pesetas) al Ayuntamiento de Liverpool a devolver en cinco años, una vez que la ciudad promulgue un presupuesto legal.
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