Fernand Braudel, el historiador que redescubrió el mundo mediterráneo, falleció en París

Fernand Braudel, fundador de la nueva historia, que abarca los aspectos económicos, culturales y sociales, murió ayer, a los 83 años, en París. Miembro de la Academia Francesa desde 1983 y profesor del Colegio de Francia y de la Escuela Práctica de Altos Estudios, Braudel era un gran especialista en el mundo mediterráneo, al que había consagrado su gran obra El Mediterráneo y el mundo medirerráneo en la época de Felipe II. Trabajó frecuentemente en España y era miembro del recién creado Alto Consejo Cultural Franco-Español.

Braudel se interesó también por la historia económica de Europa del siglo XV al XVIII. La muerte del prestigioso historiador se produjo el miércoles por la noche, pero la familia no lo anunció hasta el mediodía de ayer. Recientemente, María Antonietta Macciocchi, promotora, del Encuentro Cultural Europeo, que se celebró en noviembre en Madrid, le entrevistó, para estas mismas páginas (véase ÉL PAIS del 14 de noviembre).Era miembro del recién creado Alto Consejo Cultural FrancoEspañol. Braudel trabajó periódicamente en los archivos españoles desde 1925, en los que se basó en gran parte para su monumental obra sobre el Mediterráneo. Figuraba, el pasado 4 de noviembre, en la lista de personalidades francesas que, junto con otros cinco intelectuales españoles, habían sido elegidos para revitalizar las relaciones ctilturales franco-españolas. Sus últimas obras publicadas en España son: Civilización material, economía y capitalismo, Siglos XVI-XVIII y La dinámica del capitalismo.

Su ingreso en la Academia Francesa, en 1984, consagró a Braudel y, con él, la nueva historia fue por fin reconocida. Impuso, después de la II Guerra Mundial, esta historia, fundada en el estudio de los cambios muy lentos, como oposición al estudio de las fechas concretas, los acontecimientos o los nombres de las grandes personalidades. Su segunda obra monumental fue publicada en tres volúmenes con el título Escritos sobre la historia, vida material, economía y capitalismo de los siglos XV y XVIII, publicas las dos en España por Alianza Editorial.

Estancia en Argel

Nacido en Lumeville-en-Ornois, al norte de Francia, Fernand Braudel se doctoró en letras en la universidad de París y comenzó su carrera profesional en Argel, como profesor. Este primer contacto con el Mediterráneo fue decisivo par a el futuro de sus investigaciones y, más concretamente, para una de sus obras que le dio fama mundial y cuyo borrador redactó durante los tres años pasados en un campo de concentración, al ser capturado en la II Guerra Mundial. Se trata de su famoso El Mediterráneo y el mundo mediterráneo en la época de Felipe II, libro de texto fundamental en las facultades de Historia de todo el mundo.El historiador desaparecido creó la VI Sección de la Escuela Práctica de Altos Estudios de París, especializada en ciencias sociales, en colaboración con Lucien Febvre. También fundó, junto con Marc Bloch, los Anales de historia económica y social. Además de sus maestros, Bloch y Febvre fueron para Braudel "los historiadores más grandes de este siglo". "Si yo he renovado", explicaba Braudel, "fue gracias a que ellos abrieron el territorio de la historia a las ciencias del hombre".

Miembro de la Academia Francesa desde 1983 y profesor honorario del Colegio de Francia, el historiador fallecido en París era doctor honoris causa por 13 universidades, entre ellas las de Madrid, Cambridge, Oxford y Yale. Profesor de la universidad de Sáo Paulo (Brasil) entre 1935 y 1937, fue nombrado miembro correspondiente de numerosas Academias de la Historia, como la de Madrid, Buenos Aires y Filadelfia.

"El corazón de Fernand Braudel estaba repartido entre España e Italia", dijo uno de sus discípulos, que prefirió guardar el anonimato. "Más que fundador de la nueva historia, denominación que a él no le gustaba nada", continúa el discípulo, "Braudel era considerado por sus seguidores como el padre de una historia abierta a la antropología, la cultura, la economía y, en general, a todas las ciencias sociales".

La historia de Europa

"La historia de Europa es perplejidad, confusión, esplendor. Lo que el hombre crea en el campo de lo bello, de lo magnífico, de lo paradisiaco no está separado de la bajada de los infiernos", dijo Braudel en la entrevista con M. A. Macciocchi, quizá ta última que concedió."Europa es infierno y paraíso", añade Braudel. "Mezclas de siglos de oro y de siglos oscuros. La Europa propiamente dicha ocupa una superficie tan pequeña que apenas se la ve en un mapa a gran escala. Todo lo más, es una extremidad, una punta del Viejo Mundo. Y como las puntas de las que habla la física elemental, Europa proyecta su electricidad en todas las direcciones. Puesto que tiene pocas costas, el mar es la apertura para Europa hacia los caminos infinitos del mundo".

"También por el lado de las tierras del Este, algunos limitan Europa a las variables fronteras alrededor de Polonia; otros la prolongan hacia los Urales. Sin duda, es imposible separar a Europa de Rusia y, más allá de ésta, de la inmensa Asia rusa que la continúa. Europa ha inventado y creado América. A lo largo de la historia ha sojuzgado y explotado al mundo. Crímenes y logros geniales. Y el mundo se ha abandonado a Europa, al tiempo que lo conquistaba. Pido circunstancias atenuantes ( ... )".