Decenas de miles de personas conmemoran en Madrid el décimo aniversario de la muerte de Franco

Decenas de miles de personas -50.000 según la Delegación del Gobierno en Madrid; sin datos de los organizadores- participaron ayer en la manifestación convocada en Madrid por la Confederación Nacional de Excombatientes para conmemorar el décimo aniversario de la muerte del general Franco. Grupos de manifestantes profirieron gritos a favor del dictador y de los condenados por la intentona golpista del 23-F, especialmente hacia el ex teniente general Jaime Milans del Bosch y, del exteniente coronel de la Guardia Civil Antonio Tejero Molina. Doce personas fueron detenidas por alteraciones del orden público.

La manifestación se inició a mediodía de ayer en la plaza de Colón y tuvo que ser paralizada durante unos minutos, a la altura de la plaza de Emilio Castelar, por la falsa alarma de la c olocación de un coche bomba cerca del monumentoal general Franco, donde culminaba la marcha.Miembros del servicio de seguridad de los organizadores sospecharon que un vehículo aparcado cerca del mencionado monumento, en los Nuevos Ministerios, pudiera ser un coche bomba, por lo que avisaron a los artificieros de la Policía Nacional. Según la Delegación del Gobierno en Madrid, la marcha se reanudó al comprobarse que el vehículo no contenía ningún explosivo.

A la hora de cerrar esta edición, los organizadores de la manifestación no habían hecho pública la cifra de participantes, y explicaron que posiblemente no la facilitarán ante las amplias diferencias que han solido ofrecerse en estos actos entre ellos mismos y las oficiales. Por su parte, la Delegación del Gobierno en Madrid cifró el número de asistentes en 50.000.

En la cabeza de la manifestación se encontraban, entre otras personas, y como suele ser habitual en estas conmemoraciones, el marqués de Villaverde, Carmen Franco, Pilar Primo de Rivera, Raimundo Fernández Cuesta, Blas Piñar, José Utrera Molina y el capitán de navío Camilo Menéndez, condenado por su participación en el 23-F.

Contra el Gobierno

Los eslóganes y proclamas de los nostálgicos de la dictadura se prolongaron, a lo largo de toda la marcha, a favor del general Franco, de José Antonio Primo de Rivera, de los golpistas Milans y Tejero y contra el actual Gobierno socialista. Al paso por el puente elevado de Eduardo Dato, donde se encontraban concentrados numerosos informadores, grupos de manifestantes lanzaron gritos insultantes contra éstos, como "embusteros", "mentirosos" o "El Alcázar, sí; Prensa roja, no".En la plaza de San Juan de la Cruz, donde se encuentra la estatua de Franco -ante la puerta del Ministerio de Transportes-, culminaba la marcha. Los organizadores lanzaron, a través de equipos de megaflonía, proclamas a favor del dictador y contra la actual situación política.

Ante la estatua del dictador se leyó un comunicado de la Confederación Nacional de Excombatientes que exaltaba la figura de Franco y "su obra", aludía a la pobreza y tercermundismo en que vive España" y criticaba la labor de los medios de comunicación, que, según el comunicado, se pondrán al servicio del Gobierno.

Dos jóvenes se dirigieron a los manifestantes hablando en nombre de los adolescentes. El muchacho dijo que "el cínico lema del cambio está transformando la condición noble de los españoles por otra de creciente vasallaje", y pidió la rectificación del actual sistema democrático "mediante la recuperación de la identidad de la esencia nacional". La joven resaltó la fe cristiana "como razón de ser de nuestra juventud", criticó la ley despenalizadora del aborto y abogó por la defensa de la familia.

La mayoría de los asistentes portaba banderas españolas con el escudo del anterior régimen, y participaron también grupos neofascistas europeos.

La policía de Madrid informó que habían sido detenidas 12 personas por alteraciones del orden público, y precisó que todas quedarán en libertad tras tomárseles declaración, a excepción de un joven, que será puesto a disposición judicial por agresiones a un miembro de las fuerzas de seguridad.