_
_
_
_
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Pandereta de sicilio

Con respecto al artículo de Luis Arroyo La pandereta de Silicio, publicado en EL PAIS del miércoles 13 de noviembre, y que versa sobre el proceso de introducción de la alta tecnología en España, me gustaría puntualizar lo siguiente:En primer lugar considero que la introducción de tecnología en las empresas sí que genera desempleo, tanto directa como indirectamente. Directamente, porque el hombre se ve desplazado de sus tareas habituales por la tecnología especializada (robots integrados en las cadenas de producción de automóviles, el enfoque sintetizador de cadenas de la quinta generación de ordenadores e incluso cualquier maquinaria utilizada por los patronos en la era de la revolución industrial). Con lo que la introducción de tecnología va reduciendo progresivamente la mano de obra necesaria para la elaboración de cualquier producto o la plantilla de cualquier oficina. Indirectamente, porque abarata los costes de producción de las empresas que la introducen, elevando la productividad, disminuyendo el número de productos defectuosos, reduciendo los tiempos de producción, absorbiendo a largo plazo el coste de varios trabajdores, etcétera. Este abaratamiento de los productos, ayudado de otros elementos como la publicidad, y sobre todo el llevarse a cabo en un nivel multinacional, provoca el hundimiento de las pequeñas empresas, y esto también produce paro.

La segunda puntualización hace referencia al hecho de que AT&T e IBM se disputen el campo de la telemática. Independientemente del enorme interés económico que tiene la telemática o la red digital de servicios integrados puede estar desarrollándose, paralela y subliminalmente, un interés al nivel político.

Este interés político está en la línea, hasta ahora seguida por multinacionales y Gobiernos, del progresivo control de la información (como, por ejemplo, el goteo de estadísticas dadas a conocer al público en función de los resultados obtenidos en los sondeos de opinión), arrastrando los subsiguientes peligros de manipulación. Los efectos sociales de la profunda crisis que vivimos hacen necesario un progresivo incremento del control sobre los medios e información ofrecidos, y ello corre paralelo a la progresiva concentración de dichos medios informativos en manos de un escaso número de empresas (hablando en porcentajes).

Por todo esto, en esa pugna no sólo están enfrentándose los intereses de empresas multinacionales privadas y de Gobiernos, sino que también entra en juego en manos de quién va a quedar la capacidad de manipular un mercado (económico, político-electoral) y también los niveles de conformidad social.-

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_