Hoteles de Lujo venderá parte de los establecimientos que adquiera del INI

Hoteles de Lujo, sociedad formada a medias por el grupo Juan Gaspart y la cadena italiana Ciga para comprar al Instituto Nacional de Industria (INI) la Empresa Nacional de Turismo (Entursa), proyecta ceder luego la propiedad o la gestión de cinco de los nueve grandes hoteles que adquiera, según fuentes solventes. La privatización de Entursa, cuya plantilla asciende a 2.010 trabajadores, ha sido aprobada por el INI y pasará a la ratificación de un próximo Consejo de Ministros.Por los nueve establecimientos citados -todos los de Entursa, excepto los tres monumentos: San Marcos (León), La Muralla (Ceuta) y Reyes Católicos (Santiago)-, Hosteles de Lujo se ha comprometido a pagar 5.186 millones. Pero ha trascendido que proyecta vender después dos de ellos a Sol, cadena que adquirió la de Rumasa; se trata de los hoteles Sarriá (Barcelona) e Iberia (Las Palmas). Asimismo, quiere ceder a Navarra de Hoteles la gestión de otros tres: Chamartín (Madrid), Reina Victoria (Valencia) y Victoria Palace (El Escorial).

Por tanto, Hoteles Agrupados, que en principio estaba interesada en pagar hasta 7.400 millones por hoteles y catering de Entursa, desea quedarse al final sólo con cuatro hoteles: Mencey (Tenerífe), Jerez (Jerez de la Frontera), Alfonso XII (Sevilla) y El Paular (Segovía). Los catering de los aeropuertos de Barajas, Málaga y Las Palmas, en conjunto con 606 trabajadores, pasarán a una sociedad que formarán -con 500 millones de pesetas de capital- Iberia (70%)

las líneas aéreas suizas Swissair. Esta última asumirá la gestión de la nueva empresa.

Al ser planteada, la privatización enfrentó a varios ministerios, por considerar algunos que el INI ha gastado en sanear Entursa tanto como va a recibir. Todavía la Unión General de Trabajadores (UGT) piensa movilizar sus efectivos en contra y ha convocado para el lunes en Madrid a sus representantes sindicales.

Después de recibir noticias del presidente del INI, la UGT declaró ayer que el contrato de venta no incluye la garantía del empleo. En cambio, un portavoz del grupo industrial público reiteró que precisamente la división de la empresa supone una garantía de continuidad para los trabajadores.