El Parlamento Europeo aprueba nuevos fondos para compensar a España y Portugal

La Comisión de Presupuestos del Parlamento Europeo ha restablecido, en principio, los fondos necesarios a una neutralidad de la aportación financiera de España y, Portugal en el proyecto de presupuesto de la CEE para 1986, al aprobar una partida especial en este sentido de 448 millones de ECU (60.500 millones de pesetas) y una reserva especial para gastos agrícolas de 250 millones de ECU (33.800 rnillones de pesetas). El tema pasa la próxima semana a la sesión plenaria del Parlamento, para regresar a la mesa del Consejo de Ministros.En su primera lectura, este último había introducido unos recortes que, según la Comisión Europea, suponían un déficit -diferencia entre lo que aportan a y lo que reciben de las arcas comunitarias- de unos 700 millones de ECU (95.000 millones de pesetas) para España y Portugal. El anteproyecto de la Comisión Europea para el presupuesto de 1986 arrojaba un total de 35.050 millones de ECU, que el Consejo rebajó a 31.790 millones. La Comisión del Parlamento los sitúa ahora en 34.055 millones de ECU.

Los 2.26.5 millones de ECU (306.000 millones de pesetas) de diferencia entre la oferta del Consejo y la del Parlamento están destinados a desarrollar nuevas políticas comunitarias, a cubrir los gastos derivados de la ampliación y a pagar los comprornisos adoptados en el pasado.

El Parlamento destinaría así 448 millones de ECU extraordinarios a gastos no obligatorios (es decir, que no se derivan de la garantía de los precios agrícolas) suplementarios en España y Portugal, a través de fondos estructurales: el social, la agricultura, la pesca y otros. No obstante, esta partida puede resultar gravosa para el Estado español, que tendrá que pagar de su bolsillo parte de los proyectos financiados por estos fondos.

El presidente de la Comisión de Presupuestos, el socialista francés Jean Pierre Cot, aseguró que con los datos disponibles no podía decir cuál sería la situación financiera de España frente a la CEE en 1986. España no tiene, pues, aún nada asegurado.

La palabra, tras la votación en la Cámara de Estrasburgo, la tendrán los ministros del presupuesto el próximo 26 de noviembre. El Consejo tiene plena libertad para aceptar o rechazar las propuestas del Parlamento. En todo caso, éste volverá a pronunciarse después.

Por otra parte, el Gobierno francés envió ayer al Parlamento nacional el proyecto de ley de aprobación del tratado de adhesión de España y Portugal a la CEE. El texto del proyecto indica que la adhesión "se inscribe en el movimiento de organización de Europa en las fronteras de su historia, para que contribuya siempre con mayor eficacia al desarrollo y la paz".

Tras su adopción por el Gobierno, el texto debe ser ahora aprobado por las dos cámaras del Parlamento francés, el Senado y la Asamblea Nacional, que iniciarán el debate sobre el proyecto el próximo 21 de este mes.