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Entrevista con Leopoldo Calvo Sotelo

( ... ) -El ingreso en la OTAN ha sido, seguramente, su hito de gobierno más trascendente. Para la opinión pública, nos metió precipitadamente en la Alianza.-Aquí se instalan los tópicos y no hay manera de desmontarlos. Hoy, todos, incluso los partidarios de aquella integración, aceptan eso de la precipitación. Pero no fui yo, ni mi Gobierno, quien hizo entrar a España en la NATO.Fue el Parlamento. Y nada de precipitación. Lo anuncié en el Congreso, antes del golpe. Luego hubo tres largas sesiones de comisión en el Congreso, otras tantas en el Senado y tres días de Pleno en cada Cámara. ¿Dónde está la precipitación? La sorpresa fue, al parecer, que un presidente cumpliera lo que dijo que iba a hacer. ¡Qué tío tan raro, que cumple lo que dice!

-No puede decirse que haya muchos partidarios de la OTAN. ¿Cree que se llevará a cabo el referéndum?

-No lo sé. Me parecería un error. Es llevar el debate de un asunto muy complejo a la calle, dando entrada a grupos extraparlamentarios muy activos, que la ley Electoral deja extramuros de las Cámaras. Todo eso distorsiona el debate de un asunto muy serio y delicado. Resulta obvio que el tema de la NATO no atrae votos, ni en la derecha ni en la izquierda, y de ahí pueden derivar actitudes contrarias, como la del PSOE, que va contra las tradiciones del socialismo europeo más afín.

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La NATO siempre se presenta asociada a la guerra y el belicismo. Recuerdo un reportaje de televisión -la de Castedo, no la de Calviño, que en ese camino ha perfeccionado mucho las cosas en el que durante más de media hora se explicaba objetivamente lo que era la NATO: con imágenes permanentes de guerras, bombas, destrucciones, y, para hacer lo indudablemente más digerible, la música de fondo era Dies irae, una música que en este país se re conoce como propia del oficio de difuntos.

-Pero fue un ingreso sin contrapartidas.

-No se puede tomar la política internacional como un toma y daca. Ése es un planteamiento aldeano. Yo entiendo que es bueno estar en la NATO, y que el interés es mutuo, porque se trata de mucho más que una simple cuestión defensiva. En política internacional, como en ajedrez, lo importante es la posición, no cobrarte más o menos piezas del adversario. Pues entrar en la NATO nos da sobre todo posición, estar donde es importante para nuestro interés global.

-No hay, pues, ningún mea culpa en este asunto. Y en otros, ¿quedó algo por hacer?

-Siempre hay errores, o ausencias, que con el tiempo y la cabeza fría son fáciles de ver. Citaría tres: no haber establecido las relaciones con Israel, la regulación de la televisión privada y haber cedido excesivamente a las presiones de la oposición socialista en materia de incremento del gasto público. ( ... )

-¿Qué pasará en el 86? ¿Mayoría socialista?

-Espero y deseo que no. Ya sé que las encuestas dicen otra cosa, pero el Gobierno desgasta, y eso se notará, antes o después. Veo a Felipe González presidiendo el nuevo. Gobierno, pero creo que, aunque nosotros suspiramos tanto por una mayoría fuerte, no es buena una mayoría tan absoluta para el país.

-Y,el tan traído y llevado centro, ¿estará a punto?

-Seguramente no. La frontera entre UCD y AP, fue la más cruenta del espacio político, y eso se ha dejado notar. Quizá sea pronto para que los efectos desaparezcan, se superen, y la verdadera frontera se sitúe donde debe estar: a la derecha del PSOE.

Calvo Sotelo valora muy bien al PDP, le gusta Miguel Roca -no su confuso proyecto- y derrocha prudencia con Suárez -"el único jefe político que he aceptado en mi, vida; pero hoy quiere pasar otra vez a la historia, a partir de olvidar todo lo que ha hecho, y, aunque lo respete, creo que está en un camino equivocado".

4 de noviembre

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