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"Precipitada" y secreta entrevista entre González y Pujol en la Moncloa

El presidente del Gobierno, Felipe González, y el de la Generalitat, Jordi Pujol, mantuvieron el miércoles por la noche en la Moncloa una entrevista -organizada de forma "precipitada", según fuentes socialistas- de casi tres horas y cuya celebración fue mantenida en el mayor sigilo a petición de Pujol, quien solicitó la reunión, al parecer, hace una semana. Medios socialistas expresaron su escepticismo respecto a que el tema central de la conversación fuera la financiación autonómica, e incluso mostraron la "perplejidad" de González ante la premura de Pujol para celebrar la reunión.

La entrevista entre González y Pujol, que concluyó a las 0.30 de ayer, se produjo 24 horas después de que el presidente del Gobierno mantuviera, en secreto, en el palacio de la Moncloa, una conversación, de cuatro horas de duración, con el lendakari José Antonio Ardanza.Medios gubernamentales aseguraron a EL PAIS que las entrevistas con los presidentes del Gobierno vasco y de la Generalitat "no obedecen a un plan predeterminado de reuniones con los presidentes de las comunidades autónomas. Lo que ha ocurrido es que las dos entrevistas se han celebrado una detrás de otra por motivos accidentales". Las mismas fuentes afirmaron que Ias especulaciones sobre la celebración de elecciones anticipadas en algunas comunidades autónomas son absolutamente infundadas. Nadie va a utilizar ese arma, porque a nadie le interesa utilizarla, incluida la Coalición Popular, dado el alto coste político que conlleva la convocatoria de elecciones anticipadas. Todo el mundo va hacer lo posible para que eso no ocurra".

Medios socialistas precisaron que la entrevista de Pujol con González "fue concertada de forma más precipitada" que la realizada con Ardanza, y transmitieron la perplejidad del propio González ante la urgencia del presidente de la Generalitat por celebrarla y por las condiciones de sigilo sugeridas por éste.

Las mismas fuentes consideraron improbable que el centro de la conversación fuesen problemas relacionados con la financiación de las autonomías, "puesto que ese asunto se encuentra ya enfocado". Por el contrario, relacionaron la entrevista con las declaraciones hechas por Pujol durante su última estancia en Madrid, en que apuntó que el Estatuto de autonomía de Cataluña podría resultar insuficiente para las aspiraciones de autogobierno de Cataluña. Según la versión gubernamental, Pujol deseaba matizar estos comentarios, a la vez que discutir al más alto nivel los proyectos del Gobierno en política autonómica y repasar las relaciones Gobierno central-Generalitat.

Pujol hizo público ayer un comunicado en el que calificó su entrevista con González de "positiva" y manifestó que había permitido, "tal como era su finalidad, una discusión a fondo sobre el concepto de autonomía". Asimismo, señaló que ambos presidentes "consideran necesario seguir profundizando en esta discusión sobre la cuestión autonómica" y que "el presidente González ratificó su voluntad de llegar a una fórmula definitiva de financiación autonómica antes del 31 de diciembre". El Gobierno catalán calificó también el encuentro como "una manifestación de distensión".

Según fuentes de la Generalitat, Pujol explicó a González su intención de plantear en 1986 un debate político en el Parlamento catalán sobre el grado de desarrollo alcanzado por el estatuto de autonomía al final de su período de implantación.

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En privado, Pujol calificó su reunión con González como "cordial, dentro del clima tenso que marcan las relaciones entre las dos administraciones". "Fundamentalmente, ha servido para romper el hielo", añadió un alto cargo de la Generalitat.

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