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Solicitud de 41 años y más de 1.000 millones para los dueños de dos aseguradoras

La Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional inició ayer la vista, que continuará hoy, contra Julián Espinosa de los Monteros y otros cinco procesados, a quienes el fiscal acusa del delito continuado de apropiación indebida que acabó con el patrimonio de las compañías de seguros La Constancia y El Porvenir de los Hijos. Las penas solicitadas para los seis procesados superan en total los 41 años de cárcel, y las indemnizaciones civiles a los perjudicados se elevan en conjunto a más de 1.000 millones de pesetas. El tribunal no aceptó la solicitud de suspender el juicio por ausencia de un testigo.

A diferencia de lo ocurrido el pasado 9 de octubre, el tribunal no accedió ayer al aplazamiento del juicio solicitado por la defensa de Espinosa de los Monteros por la ausencia del testigo Nicolás Rodríguez González, al que considera cerebro de la operación que se juzga. Sin embargo, ayer, el presidente de la sala, Juan Manuel Orbe, tras conocer el informe del forense sobre la imposibilidad de que Rodríguez se desplazara desde Barcelona a Madrid, y de acuerdo con el criterio del fiscal, acordó que se celebrara la vista y que, en su momento, un miembro del tribunal se traslade a Barcelona, en compañía de las defensas que lo deseen, para recibirle testimonio.De acuerdo con las conclusiones del fiscal, lo que se imputa a los procesados es un delito continuado de apropiación indebida en desarrollo de un plan trazado para desviar fondos sociales de las dos compañías de seguros citadas en su propio beneficio particular. Según el fiscal la mecánica utilizada fue una operación simulada para adquirir la mayoría de las acciones y el subsiguiente control de ambas compañías de seguros, que en diciembre de 1980 tenían una saneada economía, a lo que siguió el vaciamiento patrimonial de ambas, que les llevó en febrero de 1982 a la necesidad de ser intervenidas por el Estado.

En diciembre de 1980 se hizo la operación, preparatoria, y el 13 de febrero de 1981, a través de la empresa Occidental de Finanzas y Créditos (Oficsa), de la que será presidente Espinosa de los Monteros, se firmó la compra de las acciones de las dos compañías de seguros al Banco de Madrid con intervención de su entonces presidente, Claudio Boada. El banco se quedó con dos inmuebles valorados en 500 millones de pesetas, cantidad aproximada del precio en que se valoraron las acciones de las dos compañías. Ninguno. de los declarantes supo explicar ayer a ciencia cierta dónde fueron a parar los. 500 millones de pesetas.

"Un monigote"

El fiscal solícita para Espinosa de los Monteros 11 años de cárcel; para Enrique Pastor Mataix, Miguel Navarro Navarro y el alemán Andrés von Wernitz, ocho años y un día de cárcel a cada uno, y para José Abad Bergel y Pilar Moreno Fraga, tres años de prisión a cada uno. Además solicita a los cuatro primeros una indemnización civil solidaria de 275 millones de pesetas a La Constancia y de 250 millones a El Porvenir de los Hijos. Asimismo, pide a Espinosa otra indemnización para La Constancia superior a los 199 millones de pesetas y para El Porvenir de los Hijos de 102 millones de pesetas. Igualmente solicita a Espinosa y a Miguel Navarro otra indemnización de 125 millones para El Porvenir de los Hijos, y finalmente pide que Espinosa, José Abad y Pilar Moreno abonen a La Constancia 50 millones y a El Porvenir de los Hijos 25 millones En total, más de 1.026 millones de pesetas en indemnizaciones a las dos compañías, que contaban en 1982 con unos 180.000 clientes.Durante la vista, celebrada ayer en sesiones de mañana y tarde, el principal implicado, Julián Espinosa de los Monteros, descargó las responsabilidades del caso especialmente sobre el testigo ausente, Nicolás Rodríguez. A preguntas del fiscal, de la acusación particular en nombre de El Porvenir de los Hijos y de los seis defensores -entre ellos el suyo-, Espinosa de los Monteros aseguró que Rodríguez y otros colaboradores en los que había depositado su confianza realizaron el contrato sin su consentimiento. Ante el hecho de que la firma de Espinosa de los Monteros aparece en varios documentos y cheques bancarios, el procesado insistió en que, debido a la confianza depositada en Rodríguez, firmó numerosos documentos e incluso cheques en blanco preparados por éste y puestos a la firma por la secretaría, también procesada, Pilar Moreno Fraga. El procesado hizo comentarios como: "Yo fui siempre un monigote, un muñeco en sus manos que no se enteró de nada".

En respuesta al abogado del alemán Von Wernitz, el ex ministro Alejandro Fernández Sordo, Espinosa aseguró también que este procesado asistió a la mayoría de las reuniones incluso a una en la que se pretendió expulsar a Espinosa, y en muchas de las cuales llevó, dijo, "la voz cantante". Von Wernitz reconoció más tarde su participación en la operación, en nombre de un grupo alemán hasta que se enteró de que en el grupo de Espinosa había "personas de no muy buena reputación".

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