Jordi Pujol asegura que la Constitución puede actuar en contra del Estado autonómico

"Existe el riesgo de que el título octavo de la Constitución pueda producir un tipo de estructura estatal muy poco autonómico", dijo ayer el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, que aprovechó una breve estancia en Madrid para lanzar una dura diatriba contra los planteamientos autonómicos del Gobierno central: "Hay que empezar a preguntarse por la viabilidad de la autonomía catalana tal como está planteada".Pujol, invitado a Madrid por la Federación de Casas Regionales, dijo que la interpretación que se ha ido dando a la Constitución, en su título VIII, ha ido llevando a la confusión entre generalización de todas las comunidades autónomas -"cosa que siempre hemos aceptado"- y homogeneización, lo que resulta inaceptable para el presidente de la Generalitat, que calificó estos planteamientos de "seudofederalismo". A través de las sucesivas interpretaciones dadas al título VIII por UCD primero y por el PSOE después, "han desaparecido las posibilidades iniciales de flexibilidad" que la Contitución ofrecía.

"Volver a empezar"

Según Pujol, "a Cataluña se le está quedando peligrosamente estrecha la autonomía"; si los temores expresados por el presidente de la Generalitat siguen confirmándose, "deberemos admitir que nos equivocamos y habrá que volver a empezar".La política involutiva del Gobierno central en materia autonómica, dijo Pujol, se extiende también a las dos autonomías forales -País Vasco y Navarra-, pese a que éstas gozan de un sistema de financiación muy favorable. Las restantes autonomías de régimen general "están sometidas a una constante presión de disminución autonómica", resultando Cataluña particularmente desfavorecida: mientras las comunidades forales reciben, de acuerdo con el actual sistema de financiación, 93.000 pesetas por persona, las no forales reciben un promedio de 22.000, pero a Cataluña tan sólo le tocan 16.500, todo ello según las cifras ofrecidas anoche por Pujol.

Pese a esta discriminación, Pujol aseguró que Cataluña "no ha creado nunca problemas, ha procurado siempre la estabilidad del país" y, en general, "hemos hecho un gran servicio a toda España". "Los catalanes nuunca hemos podido sustraernos a nuestra vocación española".

A pesar también de todos los síntomas y datos negativos que Pujol apuntó en su diatriba contra la política autonómica del Gobierno socialista, el presidente de la Generalitat ratificó "nuestra voluntad de continuar la política que hemos seguido hasta ahora de aportación constructiva y con criterios no particularistas a la construcción de España".