Tensa calma en Suráfrica tras varios días de violencia

Varios funerales se oficiaron ayer, en un ambiente de tensa calma, en las ciudades mestizas y negras de la provincia de El Cabo, por las víctimas de los recientes enfrentamientos entre manifestantes y la policía, sin que quepa señalar ningún incidente de consideración tras los disturbios de los últimos días. Dos de las ceremonias se llevaron a cabo en Athlone, el gueto mestizo más marcado por esta violencia política, que fue invadido por el ejército y la policía durante la noche del viernes para realizar redadas masivas.

Las tres víctimas del tiroteo del martes por la noche, tres jóvenes de 11, 16 y 21 años, recibieron sepultura ayer por la mañana. Fueron abatidos a disparos por soldados y policías que surgieron de detrás de una camioneta y, sin previo aviso, abrieron fuego sobre un grupo de lanzadores de piedras.Ante varios miles de personas, el pastor Leon Louw acusó al Gobierno blanco surafricano de ser el origen de la violencia. Durante la tarde, más de 10.000 personas acudieron al estadio de Athlone para asistir a las exequias del mestizo musulmán que fue abatido el jueves por la policía durante un tiroteo, registrado junto a una mezquita, en el que los manifestantes respondieron con fuego e hirieron a un policía blanco. El imam jeque Nasem Mohamed dijo en el funeral: "Seguiremos muriendo por la verdad y la justicia".

Varios coches habían sido aparcados a la entrada del estadio para impedir el paso de los vehículos de la fuerza pública, que mantuvieron en todo momento una presencia discreta. Los cuerpos de seguridad bloquearon, en cambio, los accesos a las ciudades negras de Ququletu y Crossroads,. en las que se oficiaron los funerales de cinco personas, tres de ellas víctimas de la agitación política.

Por otra parte, el abogado de Benjamín Moloise, el militante negro ahorcado el viernes en Pretoria por el asesinato de un policía también negro, declaró ayer que no habrá funerales en honor de su representado.