Manipulación de firmas
No sé si como restos de viejos reflejos maniqueos o simplemente como resultado de una mala educación cívica, o de ambas cosas a la vez, el hecho es que se está llegando en nuestro país, por parte de algunos grupos y personas, a un deterioro grave de las. relaciones de convivencia social; deterioro que acaba amenazando, en el seno formal de una democracia, el ejercicio y garantía de las libertades individuales. Una de esas libertades, no sólo constitucional, sino sustancial, es el derecho a la libre opinión y al propio nombre. Pues bien, en poco, menos de semana y media -y me consta que no me ha ocurrido a mí sola-, mi nombre ha sido utilizado públicamente sin mi autorización, sin ninguna consulta previa, para avalar supuestamente diferentes causas y objetivos; la última vez, ayer niÍsino, en el manifiesto publicitario de Salgamos de la OTAN que apareció en la página 37 de su periódico, bajo el epígrafe 'Catedráticos y profesores'. No quiero entrar ahora ni es del caso tratar aquí sobre su contenido, pues lo que me parece primordial y decisivo es el método avasallador, oportunista y demagógico de una política de hechos consumados que deslegitima, moral y legalmente, lo que se pretende defender. Por indiferencia unas veces y otras por el propio temor o molestia que supone para personas no dedicadas profesionalmente a la política tener que manifestarse públicamente y que sean malinterpretadas sus palabras, sé de amigos y conocidos que han dejado pasar esta utilización de sus nombres. Yo quiero protestar claramente por tal manipulación, venga de donde venga, y desautorizar públicamente tales usos agresivos.Le agradezco, señor director, la publicación de esta carta, único medio que tenemos los ciudadanos para contrarrestar la utilización que denuncio.-
Catedrática de la universidad Complutense.
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