El Gobierno mantendrá los precios de las gasolinas, pese a la caída de los crudos y la baja en la cotización del dólar

El Estado puede ingresar este año unos 50.000 millones de pesetas de más en concepto de fiscalidad sobre las gasolinas, como consecuencia de la caída simultánea de los precios de los crudos y de la cotización del dólar, según estiman expertos del sector. No obstante, fuentes gubernamentales solventes descartan una reducción del precio de los productos derivados del petróleo antes de primeros de 1986, argumentando que es mejor esperar a la próxima introducción del impuesto sobre el valor añadido (IVA), que requerirá un cambio profundo en el concepto actual de fiscalidad y renta del petróleo.

Los mayores ingresos para el Ministerio de Hacienda se han acentuado en las últimas semanas, cuando ha coincidido una caída lenta pero segura de los precios internacionales del petróleo con una baja del valor del dólar en los mercados mundiales. Según fuentes fidedignas, algunas refinerías españolas, que han visto reducir el precio del barril importado en una media de hasta 2,50 dólares, han llegado a adquirir en el mes de septiembre cargamentos de crudo a un precio realmente insospechado hace unos años: 20 dólares por barril. La calidad de estos crudos se situaba en la gama media, algo inferior al arábico ligero, cuyo precio oficial es de 28 dólares.La caída experimentada en los precios oficiales del crudo ha coincidido, a raíz de la decisión (23 de septiembre pasado) de los bancos centrales de las naciones más desarrolladas de intervenir en los mercados de cambio, con una disminución paralela en la cotización del dólar. Esta baja ha llegado a ser del orden del 10% respecto a algunas divisas, si bien en relación a la peseta no ha sido tan pronunciada.

Con todo, expertos del sector consultados estiman que dos de las más importantes variables en las que se basa el precio interior de las gasolinas y otros productos derivados del petróleo -el coste de los crudos y la cotización del dólar- se han desplazado muy por debajo de las previsiones realizadas cuando el Gobierno ajustó las tarifas el pasado enero. En aquella ocasión el precio fue fijado sobre la base de una cotización del dólar en 170 pesetas y un precio medio del barril importado de 26,50 dólares.

Caídas importantes

Según los últimos datos disponibles -finales del mes de agosto-, los importadores españoles de crudo habían conseguido reducir casi un dólar el precio medio del barril importado en el período enero-agosto, aunque a partir de mediados de junio la caída en las tarifas era mucho más pronunciada que en el primer semestre del año. A mediados de octubre el coste medio del barril descargado en puertos españoles estaba hasta 2,50 dólares por debajo de las estimaciones realizadas por la Administración a primeros de año. Algo similar ha sucedido con el dólar, que ha caído también sobre las previsiones oficiales, encontrándose ahora en unas siete pesetas por debajo de lo previsto.Las propias estimaciones de la delegación del Gobierno en Campsa apuntan que por cada dólar que baja / sube el crudo las repercusiones sobre ingresos son del orden de los 35.000 millones de pesetas. Es decir, que si el barril de crudo desciende un dólar el ahorro para la factura española es de esa cantidad, y por tanto se produce un aumento paralelo de los ingresos del Estado. Asimismo, si la cotización del dólar experimenta un descenso, por cada peseta el aumento de ingresos es de 5.500 millones.

Los ingresos previstos para 1985 en concepto de fiscalidad previstos en los presupuestos del Estado se situaban en 380.000 millones de pesetas, además de 142.000 millones por renta de petróleos. Ambas cantidades han experimentado en este sentido una desviación al alza, pero es poco probable que esto se traduzca en una modificación de los precios de las gasolinas.

El Gobierno, en cualquier caso, ha reducido ligeramente hace unas semanas la liquidación provisional que realiza a las refinerías para cubrir sus costes, y medios del sector estiman que la reducción, en el conjunto del año, puede superar los 12.000 millones de pesetas.

Tarifas de Campsa

Si a esta cantidad se suman los 5.000 millones, aproximadamente, en que se han incrementado las tarifas de distribución de Campsa, con la consiguiente disminución de ingresos para el Estado y el aumento simultán eo para Campsa, estas cifras pueden dar una idea -apuntan algunos expertos- del efecto favorable que ya está teniendo para España la modificación de las circunstancias internacionales, pese a que se mantiene la idea de no modificar los precios al consumidor.Según manifestó el secretario de Estado de Hacienda, José Borrel, al anunciar el pasado junio la próxima adecuación del sistema de imposición indirecta a la normativa de la CEE, el precio de la gasolina podría experimentar una reducción de hasta el 11% el próximo mes de enero si, para entoces, se mantienen inalterables los costes.