No se descarta que las cenizas de Welles sean esparcidas en suelo español

La noticia recogida por varios medios de comunicación sobre la posibilidad de que el cadáver del famoso director Orson Welles fuera llevado a enterrar al pueblo castellano de Chinchón es inexacta, según han comunicado a este periódico medios cercanos a la familia del cineasta fallecido. El cuerpo del autor de Ciudadano Kane fue incinerado el pasado domingo en Los Ángeles, en una ceremonia estrictamente privada. No obstante, aún cabe la posibilidad de que sus cenizas se emplacen definitivamente en suelo español, aunque nuestro consulado en Los Ángeles todavía no ha recibido ninguna clase de petición sobre el tema.A lo largo de su vida, Welles manifestó en numerosas ocasiones el deseo de ser enterrado en Chinchón. La causa de que no se haya cumplido esta última voluntad del director y actor es achacable únicamente a una decisión de su viuda, la condesa italiana Paola Mori (con la que se casó en 1956), y de las tres hijas de Welles, habidas en sus matrimonios con Virginia Nicholson, Rita Hayworth y la propia Paola Mori, que también fue actriz, aunque menos conocida. Parece ser que el coste económico del traslado del cadáver y las más de 14 horas de avión entre Los Ángeles y Madrid han sido lo que ha hecho a la familia tomar la decisión de incinerar el cadáver.

Orson Welles sintió y quiso profundamente a España, a la que llegó por primera vez en 1931 (viaje que hizo en lugar de aceptar una de las muchas becas que las universidades de Estados Unidos le ofrecieron después de graduarse). Con sus 16 años, parece que trató ser torero, afición que don Orzon, como se le conocía en el planeta de los toros, nunca abandonó. Bien montando una obra de teatro sobre nuestra guerra civil o bien llevando Don Quijote al cine, película que nunca acabó, Welles siempre estuvo ligado a España.