15.000 pesetas de multa a un cirujano que olvidó una gasa en el abdomen de una paciente

El cirujano Manuel Muñoz Fernández ha sido condenado por la titular del juzgado de distrito número 1 de Logroño, Isabel Zarzuela, a pagar una multa de 15.000 pesetas por una falta de imprudencia con resultado de lesiones al haber dejado olvidada una gasa en el interior de Concepción Guallar durante el desarrollo de una operación de cesárea.La intervención fue realizada en la residencia sanitaria de Logroño el 8 de diciembre de 1982. Tres meses después, la paciente tuvo que ser intervenida de nuevo para extraerle la gasa que se encontraba adherida al intestino delgado, a la trompa y al ovario izquierdo, que le fue extirpado. La sentencia condena además al cirujano a una pena de reprensión privada, al pago de las costas del juicio y de una indemnización de 50.000 a Concepción Guallar, tal y como había solicitado el fiscal durante la vista del juicio. La acusación particular, que había solicitado que el caso fuera elevado al juzgado de instrucción por entender que se encontraban ante un delito de imprudencia y no una simple falta, había solicitado una indemnización de tres millones de pesetas, dos de ellos en concepto de daños morales. Por parte de la defensa se había pedido la libre absolución para un hecho calificado como "fallo humano". En el texto de la sentencia se declara que en el curso de una operación de cesárea, el cirujano Manuel Muñoz, "por no prestar la debida diligencia, dejó olvidada una gasa en el interior del abdomen de la paciente, advirtiéndose unos meses después la aparición de una induración abdominal". Concepción Guallar se negó a que le fuera practicada por el personal de la residencia sanitaria de Logroño una laperotomia exploratoria, según manifestó en la vista oral, "por recibir un trato inhumano de los médicos", e ingresó poco después, por voluntad propia, en el hospital general de Asturias para ser sometida a una nueva operación quirúrgica en la que se le extrajera el apósito olvidado. El único considerando de la sentencia señala que el doctor Muñoz Fernández "debió asegurarse de que no quedaba ningún objeto en el abdomen de la paciente antes de proceder a su cierre".