El Plan Regional sobre la Droga creará una red unificada de asistencia a los toxicómanos

Los drogadictos en proceso de recuperación tendrán un historial clínico centralizado que permita seguir sus progresos por parte del equipo responsable de su tratamiento. Este aspecto es uno de los más importantes del Plan Regional sobre la Droga, puesto en marcha por la Consejería de Salud y Bienestar Social de la Comunidad de Madrid. A su vez, el toxicómano firmará un contrato por el que se comprometerá a no abandonar el tratamiento y seguir las indicaciones de los responsables del mismo.

El Plan Regional sobre la Droga intenta coordinar todos los recursos e instalaciones disponibles, independientemente de la administración a que pertenezcan, para el tratamiento y recuperación de toxicómanos, según declaró el coordinador del plan, Pedro Enrique Muñoz. Actualmente no se cuenta con mecanismos de seguimiento del historial de los toxicómanos en los centros asistenciales oficiales, ni en los privados, ni en las comunidades terapéuticas, por lo que no existen datos fiables sobre el índice de éxito de los diversos tratamientos que se imparten.Uno de los aspectos más relevantes del plan es la creación de una red unificada de asistencia con la creación de unos criterios de tratamiento, en los que se contemplan varias alternativas, según las condiciones personales del toxicómano en concreto.

El primer escalón de la red lo forman los centros asistenciales de base, bien sean centros de salud municipal, delegaciones de los centros de salud mental de la Comunidad, consultorios o centros de la Cruz Roja, instituciones representadas todas ellas en la comisión regional encargada de la puesta en marcha del plan. Este primer escalón asistencial es el que se encarga de contactar con el toxicómano y analizar sus circunstancias personales y abrirle una ficha clínica. Está previsto que el toxicómano pueda recibir una asistencia ambulatoria y permanezca en su domicilio durante el tratamiento si el ambiente familiar que le rodea se considera favorable.

En otros casos, el toxicómano puede ser ingresado el tiempo necesario en una cama hospitalaria, de donde puede regresar a su casa o ser enviado a una comunidad terapéutica, según los casos.

"Lo importante", afirmó Muñoz, "es que el equipo responsable del toxicómano en cuestión es el depositarlo de su historial clínico y debe seguir su evolución esté donde esté y sea cual sea el tratamiento que se le esté aplicando". Al margen de evaluar y coordinar los recursos actualmente existentes de la comunidad, del Insalud o de la Cruz Roja, o de hospitales privados con los que se puedan firmar convenios, el primero de los organismos citados ha creado un nuevo servicio equipado con ocho camas en el hospital Psiquiátrico, y está a punto de inaugurarse otra sección similar en el Provincial. Paralelamente, la comunidad está gestionando la compra de terrenos en el municipio de Villaviciosa de Odón para instalar una comunidad terapéutica, y antes de finales del próximo año se creará otra similar en otro punto de la región.

Recelos y resistencias

La puesta en funcionamiento del plan presenta algunos puntos oscuros de importancia que comprometen su eficacia, afirmó Muñoz, quien aludió a la inercia creada por años de descoordinación y de esfuerzos aislados. "Existen recelos hacia un programa unificado por parte de centros o de grupos de expertos, acostumbrados a trabajar según sus propios criterios".

Asimismo, según añadió el coordinador del plan, algunos aspectos muy importantes de éste caen fuera del control de la comisión regional. Uno de ellos es un programa de prevención que debería desarrollarse en los centros escolares; el otro, la falta de competencias directas sobre el tráfico de drogas. En opinión de Muñoz, los Ministerios de Justicia y de Interior deberían coordinar sus actividades entre ellos y con la comisión para crear un marco legal y propiciar una represión selectiva de dicho tráfico.