Tensión en Coalición Popular por el reparto de puestos en las listas electorales gallegas
ENVIADO ESPECIALLos problemas internos en la Coalición Popular de Galicia se reproducen cuando faltan apenas tres semanas para el comienzo oficial de la campaña electoral; la sorprendente retirada de las listas electorales, a última hora, del cabeza de candidatura del Partido Demócrata Popular (PDP) y presidente de la Diputación de La Coruña, Enrique Marfany, contribuya enrarecer un clima crispado, cuya última muestra han sido los desórdenes internos que impidieron este fin de semana la presentación de las listas de la Coalición Popular en Lugo y estuvieron a punto de impedirlo también en Orense.
Marfany, un Maquiavelo a la gallega, en definición de sus propios socios de Alianza Popular, fue el hombre sobre quien recayó la principal responsabilidad en el democristiano PDP de negociar un pacto electoral con AP. La negociación se prolongó durante casi dos meses, en medio de constantes amenazas de ruptura, y, al final, el pacto de Coalición Popular se firmó (no sólo para Galicia, sino también extendido a las próximas elecciones andaluzas y generales), en el entendimiento de que el presidente. de la Diputación coruñesa renunciaría a su cargo, entraría en las listas electorales y pasaría a ocupar una vicepresidencia en la Xunta, tras las elecciones del 24 de noviembre.
Sin embargo, 48 horas antes de cerrarse las listas, se supo que Marfany no iría a las elecciones y que prefería mantenerse al frente de la Diputación coruñesa, donde, según explicaciones del PDP, será más fácil hacer partido en el futuro".
La indignación en AP ante esta ruptura de compromiso, cuyo alance aún se desconoce, fue grande aunque contenida: gracias a sus promesas, Marfany ha obtenido ocho puestos seguros para los democristianos en las listas de la Coalición Popular -que confía en rozar la mayoría absoluta en el Parlamento autonómico, 36 o 37 escaños- Además, se asegura que el PDP se beneficiará en el futuro del pase a sus filas de los hombres de Centristas de Galicia, encabezados por el presidente de la Diputación de Orense, Vitorino Núñez, muy ligado políticamente a Marfany.
El descontento en las filas de AP ante los buenos puestos obtenidos en las listas por Vitorino Núñez -considerado un submarino de Marfany- y por los militantes del PDP en general, estalló este fin de semana, cuando los aliancistas de Lugo y Orense trataron de boicotear la presentación oficial de las candidaturas, llegando a abuchear e insultar públicamente al vicepresidente de la Xunta y secretario general de AP, José Luis Barreiro, a quien se acusa de haber mostrado "excesiva debilidad" en las negociaciones con Marfany.
La atención de la clase política está así centrada en las piruetas políticas de los democristianos, que este fin de semana celebran unas jornadas autonómicas, a las que asisten unos 60 militantes de toda España. Curiosamente, estas jornadas coinciden con otro seminario autonómico, organizado por Coalición Galega en la capital coruñesa y que hoy será clausurado por Miquel Roca.
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