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COMUNIDAD VALENCIANA

Un guardia civil da muerte a tiros a su mujer en una calle de Almazora

El cabo de la Guardia Civil Antonio Carrillo, de 42 años de edad, destinado en la comandancia de Burriana (Castellón), se ha declarado autor de los siete disparos que acabaron con la vida de su esposa, María del Carmen Peláez Pérez, de 22 años. El suceso se produjo alrededor de las 21.30 del miércoles, en la calle de la Purísima, en la localidad castellonense de Almazora (de 15.372 habitantes). Posteriormente, Antonio Carrillo se entregó en el puesto donde presta servicio, y se declaró autor del asesinato.

En el lugar de los hechos fueron recogidos seis casquillos de bala del calibre nueve, aunque varios testigos directos del crimen aseguraron haber oído siete disparos. A las 21.30 del miércoles, María del Carmen Peláez Pérez, natural dé Castellón, vecina de Almazora y casada, caminaba, acompañada de sus dos hijos, por la calle de la Purísima, de esa población.Al llegar al número 111 de esta calle, cruce con la calle de la Virgen de Gracia, fue interceptada por su marido, quien, después de cogerla del cuello y tirarla al suelo de un puñetazo, le disparó siete tiros, según manifestó un testigo presencial del crimen.

Otros testigos manifestaron que el homicida se hallaba con su coche, un Renault 12 de color rojo, aparcado en el mencionado lugar. Cuando la víctima llegó al encuentro con su marido, éste cogió a los niños y los introdujo en el interior del vehículo. A continuación, se dirigió hacia su mujer. "La agarró del cuello", relata un testigo, "le pegó un puñetazo y la tiró al suelo. Después vi cómo sacaba una pistola y empezaba a pegarle tiros, uno de los cuales me rozó a mí en la mano. Yo oí siete disparos". María del Carmen falleció instantáneamente como consecuencia de las múltiples heridas sufridas por los impactos de bala. "Después, el hombre se introdujo en el coche y se alejó del lugar del suceso", dice otro de los testigos.

Dada la proximidad del lugar del asesinato con el cuartel de la Guardia Civil de Almazora, rápidamente se personaron en el lugar de los hechos varios agentes del cuerpo, así como efectivos de la Policía Municipal.

A continuación llegó el médico forense, quien certificó la muerte de María del Carmen. Y, por último, acudió el juez, que ordenó el traslado del cadáver al depósito municipal de Almazora. El cuerpo permaneció más de una hora sobre la acera.

María del Cármen Peláez y su marido se hallaban separados desde hacía ya dos años, y en la actualidad tramitaban su divorcio. Según comentaron los vecinos, sus relaciones eran prácticamente nulas. "Además", afirma otro testigo, "su marido ya la había amenazado en varias ocasiones anteriores con matarla de siete tiros, amenaza que había comunicado hasta a los propios padres de la víctima".

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