El grado de participación de las diferentes organizaciones crea una crisis en la patronal vasca

La patronal vasca, cuya unificación en una confederación reconocida por todos los sectores empresariales de Euskadi sólo se consiguió en 1984, tras un complicadísimo proceso de más de ocho años de gestiones, atraviesa actualmente una crisis interna que, si bien no parece poner en cuestión por el momento las estructuras unitarias, sí revela la provisionalidad del acuerdo que permitió su constitución.

Como ocurriera en otras ocasiones, el problema de fondo de la crisis que planea sobre la patronal vasca es la existencia de criterios contrapuestos a la hora de determinar la participación de cada organización provincial en los órganos unitarios de la confederación.La Confederación de Empresarios Vascos (CONFEBASK) se constituyó en marzo de 1983 como resultado del acuerdo logrado entre la patronal alavesa (SEA), la guipúzcoana (ADEGUI) y una parte de la vizcaína (CEV). Quedaba fuera el sector capitaneado por el industrial Luis Olarra. Tras una complicada batalla a cinco bandas, en la que acabaron viéndose implicados los sindicatos obreros y las instituciones autonómicas, además de las asociaciones patronales, el sector que encabezaba Olarra se integró también en la confederación en el mes de julio de 1984.

Dicha integración se produjo sobre la base de la aceptación del criterio de representación paritaria y funcionamiento consensuado adelantado por guipuzcoanos y alaveses. Estos últimos renunciaban, a cambio, a su pretensión de instalar la sede de la confederación en Vitoria, capital institucional de la comunidad autónoma. El acuerdo significaba la renuncia por parte de los empresarios vizcaínos a hacer valer en los órganos directivos su superior peso relativo (un total de 10.000 empresas afiliadas, frente a las 500 alavesas y menos de 2.000 empresas guipúzcoanas).

Los estatutos de CONFEBASK establecen, por otra parte, que la representación de lo s empresarios vascos en organismos supraterritoriales corresponderá a la confederación en cuanto tal, y no a las patronales provinciales. Sin embargo, y como consecuencia de las peculiaridades del proceso de fusión, se acordó mantener, aunque fuera con carácter temporal, la representación existente en la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), un vizcaíno en el comité ejecutivo y cinco vizcaínos y cuatro guipúzcoanos en la asamblea general.

Concesión provisional

Los alaveses de SEA han emplazado a la dirección de la confederación a dar cumplimiento, también en relación a la CEOE, al criterio estatutario mencionado, lo que a su vez ha hecho renacer los recelos del sector vizcaíno que se siente infrarepresentado y que sólo como concesión provisional terminó aceptando el criterio paritario.

De todas formas, el secretario general de CONFEBASK, Javier Hernández Bilbao, negó ayer que las divergencias surgidas impliquen la puesta en cuestión de la unidad de la patronal vasca por cualquier sector.

El dirigente empresarial recordó que, si bien existe desacuerdo en relación a la CEOE, ningún problema se ha planteado a la hora de designar los representantes en organismos como el Consejo Vasco de Relaciones Laborales, la Comisión Gestora de la Zona de Urgente Reindustrialización (ZUR) del Nervión, la Junta Vasca de Salud u otras instituciones.