El Gobierno reduce en un punto el coeficiente de control monetario de bancos y cajas
El Consejo de Ministros celebrado el pasado miércoles decidió, a propuesta del ministro de Economía, reducir el coeficiente de control monetario en un punto, hasta situarlo en el 10%, de los pasivos computables de bancos y cajas de ahorro. La reducción obedece a la fuerte demanda de pagarés del Tesoro por parte de los particulares, lo que permite liberar recursos cautivos de las instituciones financieras.La baja del coeficiente de control monetario no tendrá repercusiones sobre la política monetaria que lleva a cabo el Gobierno dado que, hasta ahora, los bancos y cajas de ahorro tenían en su cartera de inversiones una cantidad superior de pagarés de la que se veían obligados a mantener para cubrir dicho coeficiente.
El planteamiento genérico de las autoridades económicas y monetarias es que el coeficiente monetario tienda a desaparecer en la medida en que la financiación del déficit público se obtenga directamente de los particulares.
Desde que se inició la actual reforma de los coeficientes obligatorios que tienen que cubrir bancos y cajas, y que supuso que aproximadamente el 50% de los pasivos de estas entidades tuvieran que colocarse obligatoriamente en títulos del Estado o en inversiones prefijadas por la Administración, el Gobierno señaló su intención de que estos fondos cautivos irían descendiendo en la medida en que lo permitieran las condiciones del mercado y la situación monetaria.
Ventajas fiscales
Las ventajas fiscales comparativas de que gozan los pagarés del Tesoro -no tienen retención inicial a cuenta de los impuestos sobre la renta o de sociedades, frente al resto de activos financieros ofrecidos a los inversores privados- han hecho que la demanda privada de pagarés haya crecido de forma espectacular a lo largo de 1985 y en especial en los meses transcurridos desde la aprobación de la ley de régimen fiscal de determinados activos financieros.A principios de 1985 los inversores privados tenían en sus carteras aproximadamente 800.000 millones de pesetas en pagarés del Tesoro. A finales del verano, de los cinco billones de pagarés en circulación, casi dos billones de pesetas se habían desplazado desde las instituciones financieras al público.
En el pasado mes de febrero el Gobierno redujo ya el coeficiente de control monetario del 12% de los pasivos computables hasta el 11%. El pasado miércoles rebajó en un punto más este coeficiente y, en medios financieros, se señala que se podría volver a aplicar una nueva rebaja antes de que acabe el año si se mantiene la tendencia a adquirir pagarés.
De hecho, las renovaciones de imposiciones a plazo en bancos y cajas de ahorro que están teniendo lugar en los últimos meses muestran una preferencia acusada por este tipo de activo que, se espera, seguirá al menos hasta la próxima primavera cuando se tengan que renovar una parte considerable de los depósitos bancarios.
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