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Juristas de todo el mundo estudian los problemas legales de la utilización del espacio

Juristas miembros de la Federación Internacional de Astronáutica, que cuenta con representantes de la mayor parte de las naciones -entre ellas, España-, están estudiando durante esta semana en Estocolmo los problemas legales que plantea la ocupación del espacio exterior y más concretamente la teledetección de objetos desde satélites, la ocupación de la órbita geoestacionaria, la utilización de recursos nucleares en el espacio y la difusión directa de señales de televisión vía satélite.

Los juristas internacionales se están planteando en este Congreso Internacional de Astronáutica la necesidad de contar cuanto antes con una normativa de caracter general para todos los países sobre la ocupación y la utilización del espacio, sobre todo tras la aparición y proliferación de satélites de comunicación. Los puntos de vista expresados en este congreso no tienen carácter oficial, y sus resoluciones no obligan a los gobiernos pero constituyen una obligada referencia para los organismos internacionales a la hora de legislar sobre el espacio.Una de las cuestiones que más preocupa a los juristas es la falta de legislación sobre la ocupación de¡ espacio, por ejemplo, a través de estaciones orbitales del tipo que ya tiene la Unión Soviética. Paradójicamente, mientras que el Tratado de Utilización Pacífica del Espacio prevé el "derecho de visita" cuando se trata de una instalación en la luna, no existe tal derecho para las estaciones espaciales. Hasta ahora no habían surgido graves problemas, porque el espacio se lo repartían las dos grandes potencias, Unión Soviética y Estados Unidos, pero el espectacular aumento de artefactos y de los usos que de ellos se derivan hace necesario, en opinión de los expertos, la ordenación jurídica del espacio.

Acuerdos previos

En este congreso se ha manifestado una clara tendencia a dejar en absoluta libertad a los países para que ocupen el espacio como quieran. Esta tendencia, que ha sido fijada expresamente en los fenómenos de teledetección -utilización de satélites para localizar en la tierra prácticamente cualquier punto considerado como estratégico-, está encabezada por EE UU y es apoyada por Japón, Alemania Occidental y Gran Bretaña.Por el contrario, la posición de la Unión Soviética y de muchos países en vías de desarrollo es restrictiva respecto a este fenómeno. Estiman estos países que son necesarios unos acuerdos previos entre los países que utilizan los satélites para recabar información y los países que de alguna forma son espiados o fotografiados por estos satélites. Francia propone, por su parte, una solución de compromiso que consiste en la obligación de recoger información con el consentimiento previo de cada país pero por otra parte propone la distribución no discriminatoria de los materiales recabados.

Sobre la delimitación de¡ espacio y la utilización de la órbita geoestacionaria, subsisten los desacuerdos entre la URS y los países occidentales a la hora de poner límites al espacio propiamente dicho y el espacio aéreo.

Los soviéticos también se distancian del resto de los países. en la utilización de las fuentes y recursos de energía atómica en el espacio. En este asunto coinciden con los norteamericanos. Ninguna de las dos grandes potencías quiere reconocer responsabilidad en el caso de fallos de satélites cargados con reactores nucleares. Los demás países apoyan la vía de exigir no sólo responsabilidades en caso de accidente sino también unas normas estrictas de seguridad. Algunos de estos países exigen incluso una notificación previa de los satélites portadores de generadores nucleares.

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