La nueva composición del IPC recoge el cambio en los hábitos de consumo de los españoles

El nuevo índice de precios al consumo (IPC), elaborado por el Instituto Nacional de Estadística (INE), modifica la incidencia de determinados artículos en el conjunto del índice, con el fin de reflejar el cambio en los hábitos de consumo experimentados por la sociedad española en los últimos años. Así, la alimentación, que tenía una incidencia del 40,5% en el total de los precios, pasa a tener una ponderación del 33%. Otros artículos, como la vivienda o el transporte, aumentan su peso. El IPC del mes de agosto, elaborado ya con el nuevo sistema, subió un 0,2%, lo que da una tala acumulada en el año del 5,2%.

La inflación correspondiente a los últimos 12 meses queda situada en el 7,3%, con una reducción de seis décimas sobre la anual acumulada a finales de julio. El comportamiento de los precios en agosto es, a juicio del Ministerio de Economía, un buen indicio de que a final de año no se superará el tope previsto del 8%.Entre 1980 y 1981 se realizó una nueva encuesta de presupuestos familiares -la última era de 1973- con el fin de determinar los hábitos de consumo de la población española. La encuesta se realizó sobre 24.000 familias con niveles de ingresos anuales comprendidos entre 322.575 pesetas, que era la cuantía del salario mínimo en el momento de realizarse el estudio, y los dos millones de pesetas. Como novedad respecto a la encuesta de 1973, en ésta se tuvo en cuenta también a los inactivos.

El conjunto de hogares sobre los que se ha realizado el estudio abarca el 79,9%. de todo el país. Manuel Muñiz destacó que la cobertura conseguida en la encuesta de 1980-1981 es muy superior a la conseguida en 1973. "De hecho", dijo, "en el período en que se ha realizado el estudio que ahora sirve de base para el nuevo IPC las familias que superaban los dos millones de ingresos eran poco más de un 7%".

En la encuesta se clasificaron los gastos en 611 grupos de artículos que para el sistema de IPC se agruparon en 428 parcelas de consumo, 50 más que en el índice de base 1976. En la determinación de las variedades de los artículos se tuvieron en cuenta los distintos hábitos de consumo y prácticas mercantiles de cada zona geográfica.

Con los precios de estas 428 parcelas se establecen los índices de los ocho grandes grupos (al¡mentos, bebidas y tabaco; vestido y calzado; vivienda; menaje; servicios médicos y sanitarios; transportes y comunicaciones; esparcimiento y cultura, y otros bienes y servicios), los índices de capitales de provincia y el del conjunto nacional. Además de este total se obtienen índices para el conjunto nacional urbano y no urbano.

Con el fin de recoger los cambios que se produzcan en hábitos de consumo -hay tener en cuenta que la encuesta está realizada hace ya cuatro años- el INE, tal como explicó su director Luis Ruiz-Maya, realizará de forma continua una encuesta para detectar estas variaciones. "En el momento en que se produzca un cambio profundo en las costumbres, y sobre todo estable, se procederá a una modificación de la estructura del índice de precios al consumo".

Lo que ya no podrá saberse es cuál hubiera sido el comportamiento del IPC si se hubiera aplicado el método vigente hasta el pasado agosto. Con el nuevo sistema, que toma como base el año 1983, el incremento fue del 0,2%. Miguel Muñiz y Ruiz-Maya explicaron que era imposible saber cual hubiera sido el IPC con el sistema antiguo. "Yo también tengo esa curiosidad malsana, entre comillas, pero eso es imposible", dijo Ruiz-Maya. Muñiz se apresuró a puntualizar que "en cualquier caso, las diferencias serían mínimas".

CC OO calificó ayer de "clandestina" la metodología seguida para la elaboración del nuevo índice y cuestiona la fiabilidad de los datos del mes de agosto. Según este sindicato, ni se ha consultado a los interlocutores sociales ni se han atendido las "reiteradas solicitudes de informacion de CC OO".