La incidencia de la alimentación se rebaja en 7,5 puntos

El peso específico de la alimentación en el conjunto del IPC ha bajado 7,5 puntos en la nueva estructura del índice. El porcentaje resultante (33%) sigue estando, no obstante, por encima de los países de la CEE. Grecia y Portugal están en índices superiores -el 42,2%. y el 37%, respectivamente-, nÚentras que en Francia o el Reino Unido el peso específico de la alimentación en el IPC se sitúa en el 21%.La nueva composisición del índice recoge otras variaciones, consecuencia de ese cambio en los hábitos de consumo de los españoles detectado en la encuesta de 1981. La vivienda pasa a tener una ponderáción del 18,6%, frente al 14% que tenía antes. Y el transporte pasa del 9,7%. al 14,4%. El mayor protagonismo de estos gastos se deben en el caso de la vivienda a las características de la demanda y al aumento sustancial de sus precios. En transportes, su mayor incidencia en el IPC vendría explicada por la subida de los precios energéticos, no recogida en el anterior sistema.

El peso de los precios en medicina y sanidad se reduce respecto a la estructura antigua en un punto. Manuel Muñiz explicó que ello se debía a la mayor cobertura social que hace que el gasto sea en gran parte público y no privado.

La toma de precios se realiza sobre una muestra seleccionada de establecimientos que representan a todas las áreas comerciales del país. Esta muestra permanece fija en el tiempo. Los precios son los de venta al público con pago al contado. En alimentación se diferencia entre artículos perecederos y menos perecederos. Los precios de los primeros se toman cuatro veces al mes en mercados de abastos. Para los artículos menos perecederos se selecciona un establecimiento por artículo.